Capítulo 5-la tormenta sangrienta Atreves de los ojos de Amaris

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Capítulo 5-la tormenta sangrientaAtreves de los ojos de Amaris

El príncipe heredero nos ha guiado a un pequeño mirador que se encontraba en su palacio, con la vista hacia un hermoso lago, yo he seguido a Hakim, quien caminaba a toda prisa.

- Por favor siéntense, ir y traer el vino de mi colección privada - (el príncipe ha ordenado a sus sirvientes, quienes no han tardado en traer una gran botella, más grande de lo común, al verla he mirado a Hakim, a quien conociéndolo como lo conozco sé que no tolera el alcohol)

- Majestad, de que desea hablar conmigo - (Hakim lo ha mirado mientras levanta su copa, y toma la primera ronda, lo he mirado sorprendido y he tomado la mía también)

- Como le dije a su hermana, deseó establecer buenas relaciones con los futuros duques

- ¿Si es así no sería mejor, organizar una reunión social con todos los futuros duques, archiduques y ministros?

- Lo es, pero prefiero de esta manera –(el príncipe lo mira con malicia, y sonríe con descaro, no entiendo por qué, pero me irrita, su manera de mirarle. Hakim ha tomado dos copas y se las ha bebido)

Han seguido conversando por el futuro del país yo solo me he limitado a escuchar y responder cuando Hakim me involucraba, poco a poco el tono de Hakim ha cambiado, a uno más atrevido, de repente se ha levantado tambaleándose bruscamente y hablando entrecortado

- Usted majestad... será un buen emperador ... aun que se disfrace de ladrón...así que brindo por eso... por el zorro

- ¿Cómo debo tomar eso, cual zorro?

- Discúlpelo majestad, él... ya está borracho, será mejor que nos vallamos

- QUE, NOOO... YO NO ME QUIERO IR... BEBAMOS MÁS - (ha tomado la botella de la mesa y ha tomado un sorbo grande e tratado de detenerlo, pero se ha caído de espaldas, el príncipe y yo hemos reaccionado en coordinación y le hemos sujetado de los brazos, se ha hecho un silencio incomodo, y nos hemos sentado) – Amaris... quedémonos otro rato ( ha acercado su cara a mi rostro y puedo sentir su aliento a alcohol no he podido evitar sonrojarme, a caída y el príncipe lo ha tomado de su cintura antes de que sus labios pudieran tocar los míos)

- Se pueden quedar otro rato ¿verdad caballero?

- Está bien, pero recuéstate contra la mesa - (el asintió y apoyó su cabeza sobre la mesa, en menos de nada se quedó dormido con una copa al lado, trate de retirar el cabello de su cara, pero antes de que mis dedos toquen su rostro, el príncipe a agarrado mi muñeca y la ha quitado con brusquedad)

- He escuchado, que ustedes son conocidos como la tormenta sangrienta, ¿por qué? –(él ha retirado el cabello de la cara de Hakim, (este inútil se ve tan dulce cuando duerme)

- Esoo... es una larga historia majestad –(el príncipe ha servido otra copa y me la ha ofrecido)

- Tengo todo el tiempo de esta magnífica noche, y una botella de vino que la acompañara, creo que aun puedo escucharla - (he asentido y he recordado memorias, de una promesa que nos llevó a lo que somos hoy)

Cuando yo era niño, mi padre solía dejarme de lado, porque me veía más débil que los demás, y además ya tenía a mi hermano, el futuro ministro, yo fui olvidado y dejado de lado por él. quien decidido no perder esfuerzos en mí dándome educación y amor, por otra parte, mi madre sufrió un trastorno mental debido a que al nacer éramos en realidad dos niños de hecho gemelos, un día cuando teníamos 4 años jugando cerca un árbol que poseía lianas cerca de nuestra casa, mi hermano trepo en él como solía hacerlo siempre, él era un niño valiente. Pero ese día quedó atrapado por ellas, una de ellas se encontraba enredada en su cuello y al el apartar las demás, fue inevitable que al caer quedará colgado del árbol perdiendo la vida, yo trate de sostenerlo pero siendo tan pequeño y débil fue inútil ayudarlo, mi madre fue quien nos encontró, yo me senté frente al árbol de él que él se encontraba colgado y no podía dejar de llorar y gritar por él , mi madre fue quien nos encontró , al ver esto me tomó en sus brazos y tapo mis ojos, pero su mente nunca se recuperó de esto y desde entonces tiene ataques de histeria en los que me castigaba golpeándome con palos al culparme por la muerte de mi hermano, la verdad es que no la culpo, uno de los días en los que mi madre sufrió un ataque de nervios , yo huyendo de sus golpes salí de mi casa, me senté en un rincón del pueblo y temblaba de angustia y desesperación yo tenía 7 años, en ese momento escuche una voz.

el príncipe desea a mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora