Jueves 26 de Septiembre.
Mis manos no paran de temblar.
Me he levantado nerviosa.
¿Porqué todo se tenía que poner tan mal?
¡Qué distancia tan abismal!
Necesito que me hables, pero al mismo tiempo me hace tanto mal... me rompo la cabeza pensando en vos.
¿Porqué nos pasa esto?
Necesito que estés a mi lado, pero ello se traduce en la creación de ilusiones fugaces.
¿Porqué decís que no te quieres alejar?
Ahora vos a mí me confundes, querés estar pero una parte de vos te dice que tu y yo no, que está mal; que recordés lo que en casa con tanto amor te han enseñado.Me he quedado en la sala de mi casa haciendo nada, tan sólo mirando al balcón. Mi madre pasa cada diez minutos y pregunta si estoy bien.
No má, no lo estoy.
Igual no le digo nada, la dejo que pregunte y sólo le digo que sí, que todo bien, que estoy repasando mentalmente un tema, que ya me voy a ir a dormir.
Y ella me mira con su cara de sospecha, pero me otorga silencio y se va.Perdón si comienzo a cerrarme, pero eso siempre pasa. No suelo abrirme hacia las personas y una mínima cosa que no me guste es suficiente para alejarme. Perdón. No significa que no te ame, significa que me duele, que me has herido. Significa que me entregué a vos y que ahora has hecho que me pese hasta el alma.