"Rezando que la obscuridad termine"

Carta 9

Vale

Amor, 

aún tengo que parar de llorar...

Anoche tuve un hermoso sueño contigo, nosotros hicimos el amor.Era mucho que no me soñaba algo así. 

Estábamos en la playa, bajo de un barco de pescadores puesto al contrario. Una toalla hacía de cama y el sabor de la mar, en las narices, nos regalaba un perfume exquisito. La arena daba comodidad al suelo y el rumor de las olas era la banda sonora incluida a nuestros gemidos y susurros de placer. Estar con mi cuerpo entrelazado al tuyo me infundía protección y seguridad, la que he perdido hace dos meses… 

Aunque era noche podía ver las ganas en tus extraordinarios ojos que parecían los faros lejos en la mar que señalan el puerto seguro a los barcos…

Tus manos sobre mi piel, me hacían cosquillas a cada toque y tu embestidas ritmadas me habían provocado un orgasmo muy fuerte. Nuestras risas se unían a nuestros ecos de placer y los corazones golpeaban como si estuvieran esperando la respuesta el uno del otro. Si pienso en los particulares algo se despierta y me siento en culpa con mi misma. Me faltan tus manos sobre mi piel, los toques que encendían la parte más escondida de mí, donde sólo vos tienes las llaves y el permiso de entrar. 

Cuando habíamos terminado, nos habíamos abrazado y con la cara apoyada a tu pecho nada me asustaba, tu mano que acariciaba mi rostro y tus dedos que diseñaban los contornos de mis labios… 

Amor, te lo juro, parecía todo tan verdadero. Me falta pasar tiempo amándonos, simplemente estar en la cama abrazada a ti, respirar el sabor de tu piel, liado a el perfume único de patchouli de tu colonia… 

¿Por qué pienso en eso, vos los sabes? 

Estoy parada acá sobre el sofá del playroom con el oso de peluche que me enviaste el primer día de trabajo en la guarde cuando contábamos los días hasta saber el resultado de la ginecóloga. Lo aprieto cerca mío y de ese chiquitín que está creciendo sano y fuerte, fuerte como su papá, deseando que su viejo se despierte. 

Las chicas desean llevarme afuera por una noche de mujer pero en ese tiempo, después el trabajo, nada y nadie me da ánimo. Mari y Lula todas las noches llegan con sus nenas dejando los hombres a ver algo de deporte o a "El Dante". Siena no se da por vencida por una cena típica italiana cada semana visto que dice que hace bien al nene conocer las orígenes italianas no obstante este todavía en mi panza. Creo para levantar el ánimo a las dos, ella y yo. Piru y Siena han perdido el minúsculo chiquitín, un aborto espontáneo a un mes y medio… Lo siento por los dos, por Piru en particular, Brian desea mucho un hijo suyo no obstante quiera a Trutru como si tuviera su sangre . 

Así que con el deseo de ti, te dejo mi amor. Tengo que prepararme por esa cena italiana yendo a ayudar lady Siena. 

Con la promesa que este sueño vaya a ser pronto realidad, 

Vale

Os gusta esa nueva carta... Pronto los eventos de Despertandome.