Cada día era. . . Curioso para la princesa gobernante de Dryl, bueno, ex gobernante dado a que en ese momento la Horda se había adueñado de su castillo y demás, no es que le molestara ya que tampoco tenía tiempo de ir a ver qué tal estaba el lugar dado a su nuevo trabajo en la Horda. Casi siempre estaba de aquí para allá buscando herramientas que ayudasen en la construcción del portal de Hordak, era realmente divertido estar a su lado pero a veces bastante agotador, como ese día en el que estuvieron agregando tecnología de los primeros por casi toda la noche, no se escuchaba nada a parte de ellos dos haciendo cosas y tal vez uno que otro soldado de guardia pasar por los pasillos.
Mientras trabajaban la joven sentada sobre su amiga robot Emily sentía como sus ojos se iban cerrando poco a poco debido al sueño, pero despertaba sobresaltada por su mente la que le pedía seguir adelante con el proyecto. Hordak, quien había notado el comportamiento de la contraria la observó por unos minutos en silencio, le gustaba la insistencia suya con acabar su trabajo, pero no podía dejar que continuase despierta si su cerebro de Etheriana no funcionaba correctamente ya que podría causar un error fatal en el portal.
— Vete a dormir. — Su voz era autoritaria y no le importaba que no fuese baja, esto sobresaltó una vez más a la contraria quien dirigió su vista al alíen.
— No tengo sueño, ya casi termino. —
Tan sonriente como siempre Entrapta siguió con su trabajo hasta que una vez más comenzó a sentir como sus parpados se iban cerrando poco a poco, sus brazos perdían fuerza hasta accidentalmente dejar caer el desarmador que tenía en una de sus manos y el pequeño artefacto que llevaba en la otra. No estaba cien por ciento dormida pero tampoco podía resistirse al sueño que ya le estaba ganando. Por lo que su cuerpo comenzó a balancearse de lado a lado dado a la falta de equilibrio, lo cual alertó a Hordak dejando todo lo que hacía para ir hacia ella y tomarla entre sus brazos evitando que se cayera de Emily soltando cierto gruñido de molestia, debió haberle hecho caso. Ahora le tocaba a él llevarla a un lugar donde sea seguro que esté tan expuesta, no quería tampoco que los artefactos dañasen a una de las mejores científicas que la horda tenía.
Cargándola con sus dos brazos como princesa que era, el contrario la llevó entre los pasillos notando que nadie había cerca, lo que era bueno ya que podrían cuestionar su autoridad al verlo cargando a la princesa durmiente. El lugar a donde iban era donde Hordak solía descansar cuando no estaba en su laboratorio, nadie la molestaría allí dado a que solo se podía entrar y salir con un reconocimiento facial el cual era demasiado efectivo. Ese lugar era como una habitación, una gran cama estaba en medio mientras cerca había varias estanterías llenas de libros sobre tecnología, la rebelión, Los Primeros y demás, los cuales leía en los momentos que estaba estancado en sus proyectos para ver si podía tener alguna idea.
Llevó a Entrapta hasta la cama dejándola con cuidado de no despertarla, pero no funcionó ya que los ojos de la somnolienta princesa se abrieron sin saber dónde estaba, pero el ver el rostro de Hordak ahí fue lo único que necesitaba para saber que estaba segura. Tras unos segundos notó que estaba en una cama, su corazón se derritió ante el hecho de pensar que él la había llevado hasta allí.
— Gracias. . . — Susurró mientras levantaba sus manos hasta las mejillas ajenas acariciándolas con calma, pero dado al sueño estas pasaron a sus hombros rodeando su cuello dándole un pequeño y débil abrazo. — Duerme conmigo, por favor. . . —
Los ojos de la princesa volvieron a cerrarse dejándola dormida pero sin soltar a Hordak quien con un apenas perceptible rubor azulado no supo que hacer, pero al verla tan tranquila y frágil recordó cuando lo ayudó con su nuevo traje, nunca le pudo devolver ese favor así que pensó que estarían a mano si cumplía ese pequeño deseo a pesar de ser una criatura que no dormía tanto como los Etherianos, lo veía como una pérdida de tiempo. Aun así se recostó al lado de la princesa quien al parecer lo había notado ya que se acurrucó inconscientemente con él lo que lo hizo sonreír como pocas veces mientras comenzaba a acariciar el largo cabello ajeno.
— Descansa, Entrapta. —
Tal vez no pueda dormir, pero promete estar a su lado durante todo el tiempo que ella descanse.
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Hace mucho no hago un fanfic ¿? Espero que les haya gustado :'p Y si no pues alv ¿?
Ailoyus <3
