Take me to the sky ||Nash Grier||

Capítulo 1

-"Al fin, nuevo año, nueva vida, nuevos idiotas". –Pensé, antes de entrar al instituto. Y sabía lo que decía ya que cada año se llena de estúpidos  que se creen mejor que todos por ser nuevos, déjenme decirles que están equivocados.

Entro por la puerta principal y ahí está él, apoyado contra la pared esperándome como todos los días hasta el año pasado. Ya es historia, ¿por qué no lo supera como lo he hecho yo?

Deben pensar que los chicos son los "rompe corazones" pero no, normalmente soy yo la que lo hace y me parece totalmente perfecto, ya saben, es estresante estar con el mismo chico durante un año. Y no piensen que soy una idiota sin sentimientos, lo quise y lo quiero, pero no es mi tipo. Lo lamento mucho por él y por los pasados, pero soy así.

-Hey cariño- Dice Seth, y no soporto esa palabra, por Dios, me da nauseas.

-Ni se te ocurra.- Lo aparto con mi mano en su cara y lentamente voy entrando triunfadora mostrándole el dedo del medio y ¿saben? Se siente bien.

***

Luego de unas horas insoportables de matemáticas y química, por fin puedo almorzar, de hecho decido ir a buscar a mi mejor amigo para descansar un rato. Quiero escaparme de aquí, pienso. Voy a preguntarle a Matt si se apunta.  Aunque a veces me cuide demasiado y no quiere que haga "ciertas cosas" es el mejor amigo del mundo y jamás me ha juzgado y siempre me ha apoyado, creo que es el único hombre que amo en este mundo.

-¡Matt!- Salto encima de él y le doy uno de mis mejores abrazos, soy muy buena en esto.

-Hey, se que te mueres por mi pero, ¿podrías disimular no? –Dice riendo, y no logro evitar soltar una carcajada. Siempre está haciendo bromas y eso es lo que más amo de el.

-Cállate, idiota, no debías notarlo. –Le contesto sarcástica, y me muestra su lengua, es el mejor. Me hace feliz estar a su lado, no quiero perderlo nunca. –Escucha, de verdad hoy es un día muy aburrido y realmente quiero irme de aquí, ¿podrías, por favor podrías escaparte del instituto conmigo? Te lo ruego Matt, hazlo por mi. –Y le hago mi mejor cara de perrito tierno para convencerlo.

-Becca, sabes que eso está... más que perfecto, por Dios, pensé que nunca lo dirías. También estoy harto de estar aquí, vayámonos. –Uhg, estoy feliz de que haya aceptado, no aguanto este instituto.

Mientras que nos vamos de allí me doy la vuelta rápido sin ver quién está detrás mío, y sin querer me tropiezo con un chico, ¿tal vez una chica? No logro ver bien, porque al segundo  me encuentro en el piso desmayada. ¡Genial! Pienso, definitivamente es mi día de suerte.