A traves de la lluvia

Cap.9 En el Espacio (Parte 2)

"Maldición, maldición, ¡Maldición! Debo hacer algo"

BamBam golpeó la pared con ambas manos, quería llorar, quería volver a matar a su amigo, ésto debía ser lo último que les pasara, sabía que debía ser cauteloso, si su amigo vivo hacia trucos casi imposibles de atravesar, muerto era invencible el imbécil. Bueno estaban en el maldito espacio eso era una pequeña muestra o algo así.

Intenté abrir la puerta pero la perilla comenzó a derretirse en mi mano, quemándome un poco.
Ahogué un quejido, era muy pronto para satisfacer a mi querido Bobby.

"¡Hye!" comencé a gritar, el nombre de la enana ya que no escuchaba nada más que mi respiración en el lugar, la enana era fuerte pero eso no era un punto a su favor, no era bueno mostrarle agallas a Bobby.

"¡Hye!" volví a gritar.

"¡BamBam!"

Escuché por el agujero que ella logró responderme.

"¡Hye, dime que vez!"

Me había asomado por el agujero de la cama pero solo había oscuridad, no se lograba ver absolutamente nada.

"¡Veo a Peniel, pero no es él!"

"Oh no, eso otra vez no" fué lo único que pensé, sabía que planeaba y ella no estaba lista.

"¡Hye mantente alejada lo más que puedas!"

Fue lo último que pude advertirle antes de dejarme caer por el mismo agujero.

--*--

"Oh linda me alegra que no me tengas miedo" Bobby comenzó caminar lentamente mientras aplaudía al compás de sus pisadas.

Una copa apareció mágicamente en la mano de ella, la botó automáticamente pero como magia volvió a aparecer otra.

"Déjame explicarte" comenzó ahora mostrándose también con una copa similar, "tú y yo jugaremos a algo-"

"¡No quiero! ¡Púdrete!" Hye escupió en el rostro del chico que solo sonrió y lamió la saliva cuando bajó hasta sus labios.

"Jugaremos a conocernos," continuó como si nada, "yo te haré una pregunta y tu vas a responderlas, ¿Vez? Es simple" dijo divertido.

"¿Y como sabrás si no miento?" pregunté curiosa sin dejar de mirarlo con la diferencia que yo no tenía una estúpida y hambrienta sonrisa.

"Yo lo sabré" dijo simple.

Y ambos llevamos la copa a nuestros labios y tomamos de una vez el trago.
Aquello quemó toda mi garganta y quise escupirlo pero no podía ni debía.

"¿Te gustó?" preguntó sarcástico.

"No" respondí seria.

Él sonrió de lado y se recostó sobre la pared, "¿Buscas algo con mis chicos, cierto?"

¿Qué?

"No" respondí firme.

Él sonrió de lado y se levantó de la base y cuando comenzó a caminar a mí noté que otro par de pasos se unieron.

Cuando por fin estuvo bajo la luz miré a Peniel a su lado, el chico extraño miró a mi hermano en un genial movimiento con una mirada relajada sencillamente  dijo.