Simplemente, las despedidas no me agradan. Aquel sentimiento horrible que nos invade cuando un "adios" sale por la boca de una persona querida, no me gusta, lo odio. Es aún más terrible y doloroso cuando, esa persona, ni siquiera te dice adiós, ni siquiera te avisa que se está por marchar. Es raro, pero lo asimilo como el rompimiento de una taza llena de té, así como "de repente". Sí, de repente esa persona que tanto amamos se larga de nuestras vidas, tan así como cuando una taza con bebida caliente y completamente reconfortante para nosotros cae partiéndose en pedazos, lastimando nuestros dedos al intentar juntarlos.
Sí, me ha pasado. En realidad, ocurrió hace bastante tiempo, pero el dolor aún sigue allí, intacto. El dolor que intento ocultar por aquella persona que se marchó sin despedirse, sale al exterior cuando menos lo espero. Su hora favorita es en la noche, cuando mis pensamientos son escasos y estoy más tranquilo, cuando estoy apunto de recostarme en la cama o apunto de tomar leche caliente en mi taza favorita.
Su figura siempre deambula por mi mente por las noches; suelo oír su dulce voz cantándome una canción para dormir, o hasta puedo sentir sus suaves y delicadas caricias entre mis mechones de cabello.
Sí, aún duele, y mucho. Demasiado. No puedo superar su repentina muerte. Porque él ha sido la persona más importante en mi vida; quizás no haya hecho mucho pero su mismísima jodida presencia era el paraíso para mi, por más cursi y romántico que suene. Así lo era.
Aún recuerdo todo tan claramente; las lágrimas, los gritos, el sonido tan abrumante de la ambulancia y los murmullos de las personas que presenciaron su partida, expectantes. Su cuerpo allí tirado, dañado, como un juguete sin valor alguno...
No sabemos en que momento una persona tan admirable o querida para nosotros puede marcharse o irse por un largo periodo de tiempo o para siempre. Algunas personas quizás sin despedirse, otras, quizás, saludando simplemente con un amargo beso.
Pero... ¿A quién pude gustarle las despedidas? Bueno, entiendo que quizás algunas personas se marchan por un futuro mejor o por alguna sorpresa esperando en la lejanía; pero, en mi caso, su ida me dejó un dolor que no puedo cubrir ni con vendaje. Solo un gran daño que me hace querer dormir eternamente, así como él.
Nadie sabe que nos deparará el futuro, ni como terminará todo. Pero aquellos momentos o instantes que presenciamos junto a las personas que mas amamos, por favor, no lo desperdiciemos.
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para tecito:
bueno, sé q no
vas a leer esto bb
pero solo quería decirte
que te voy a extrañar
mucho, pero es hora de
decir adiós, y como tú
odias las despedidas,
que mejor que dedicarte
una obra mia.
ayY no creo q
te guste kdkdkd😔😔👊
igual, claramente
no es una ultima
despedida cariñoP.
AHRE HABLABA SOLA
AJAJAJJAAJD, no pero
posta, te amo tEcito
