bad at love; myg. [editando/resubiendo]

t r e c e

Creo ahora más que antes que eso de la Ley de Murphy sí es real.

Anoche fue un patético desastre, esa chica y yo no éramos compatibles, en nada, absolutamente nada. Tenía un ego gigante y era muy presumida, prácticamente habló sólo de sí misma sin molestarse por preguntar si quiera si estaba bien o algo.

Anoche fue un patético desastre, de verdad la chica que me habían conseguido como cita era detestable.

El poco ánimo que tenía se esfumó cuando escuché a la tal YoungMi abrir la boca.

— ¿Qué tal te fue?

— ¿Tú qué crees? — La mirada incrédula de mis amigos se posó en mí.

— De verdad fue un fracaso. — Afirmó NamJoon.

— Ni que lo digas.

— Lo intentamos — Suspiró SeokJin. De todos el era quien parecía más desilusionado.

— Háganme una promesa, si va a pasar. Pasará, no seguiré forzando nada. Ni dejaré que ustedes lo hagan.

— Ya, hyung. Algún día llegará alguien que valga la pena para ti. Como que me llamo Kim Taehyung que pasará.

— Yo dije que le presentáramos a mi prima pero no me hicieron caso — Chilló el menor de todos. Jungkook, y armó una pequeña pataleta. Demostrando su frustración.

— ¿Qué voy a hacer con ustedes?

— La pregunta correcta es ¿Qué haremos contigo? Mi querido amigo.

— Aish, cállate de una vez y ya — Dijimos todos al unísono.

— Después preguntan por qué me molesto.

(...)

Al llegar a mí departamento lo único que quería hacer, era dormir. Pero no contaba con la presencia de cierta persona.

— ¿Qué tal todo Yoongi? — Preguntó con aquella voz suave. Parecía haber un pequeño brillo en su mirada.

— Min ri ¿Qué haces acá? ¿Cuándo llegaste? ¿Cómo entraste? — Dije emocionado de cierta forma.

— Uno, vine a hablar contigo, dos. Hace unos días pero no había podido venir y tres, tengo la llave. Te iba a llamar pero mi celular murió. — El pelinegro rió y abrazó a su amiga, podría decirse que ella era Yoongi, versión chica. Los dos se llevaban excelente, conociéndose y siendo amigos desde pequeños ¿Cómo no hacerlo? — He oído muchas cosas sobre ya sabes quién. Y de verdad me preocupas. Hoseok me actualizó en cuanto al tema.

— ¿Me darás un sermón o algo? — La pelirroja negó.

— Quiero que me hables de cómo te sientes. Sé que encierras muchas cosas dentro de ti.
Cosas que no le cuentas a nadie, pero son cosas de las que yo quiero hablar porque no dejaré que te ahogas en un vaso de agua.

— MinRi. No, no sé si... De verdad me cuesta expresar esos sentimientos. Sabes que no soy tan fuerte como aparento serlo, me siento solo y me deprimo. Aunque esté rodeado de amigos. De gente que me quiere pero, realmente me duele, porque lo que quiero es alguien que mantenga un lazo amoroso conmigo. Quiero ser amado por ese alguien.

— Lo sé, y lo serás. Pero te has visto encerrado en una burbuja de la cual muchas veces no has querido salir.

— Sí, no lo negaré. Pero ¿Sabes? Hace unos años, cuando conocí a Anne pensé haber encontrado a mí otra mitad. Pero ella no me veía así, nunca lo ha hecho y por supuesto nunca lo hará, es feliz con Jimin.
Está enamorada de él, aunque yo en cierto momento creí que podría florecer algo entre nosotros. Algo más que una amistad. Que eso sólo haya sido una suposición. Me hace sentir mal.
Porque la miró con ojos de amor o algo parecido, al igual que Jimin. Pero yo no tengo oportunidad.
Y, lo he decidido, no interferiré entre ellos. A pesar de que quisiera hacerlo, ellos son felices. Arruinar eso me haría sentir la peor persona del mundo. Además de que no tengo un chance con ella. Deseo poder abrir los ojos por completo y entender en serio que ella no es para mí... — En aquel momento, me soltó a llorar después de tener un rato con la mirada quebrada y ojos humedecidos. Siguió hablando con su amiga, más bien, confidente por mucho rato. Sincerarse con ella daba alivio en su corazón.

Su pecho dolía. Su respiración entrecortada no le permitía calmarse.

El amor no correspondido era verdaderamente un asco.

Pero tenía que aceptarlo de una vez. Seguía aferrándose a esa esperanza por una inexistente oportunidad porque tenía miedo y estaba consciente de ello pero no tenía el valor para enfrentarlo.

El aún tenía camino por recorrer, aún no había encontrado a la persona indicada -si es que existe- eso le era algo inquietante y desesperante debido a que...

Necesitaba amor.

Deseaba tener amor.

Soñaba con estar enamorado y que fuera real, que pudiera disfrutar de él. Pero el amor llega por sí solo, no se fuerza de ninguna manera.