teen wolf [os II]

2- Isaac Lahey

-No podemos seguir corriendo, no es lo que hacemos. -seguía repitiendo Liam.- ¡Tenemos que luchar!

-Dios, Liam. Ya cállate, alguien nos va a escuchar.

Me miró mal para seguir caminando a mi lado mientras veía a todas partes, nos encontrábamos en la escuela, había recibido un mensaje de Scott diciendo que nos encontráramos aquí. Ya era de noche, las prácticas de lacrosse habían culminado hace minutos, cuando llegamos ellos estaban yéndose y nos lanzaron miradas divertidas, pensaron que íbamos a hacer algo más que solo recorrer la escuela un viernes por la noche.

Quería creer que en la escuela ya no quedaba nadie pero, los sucesos con Jennifer Blake ponían en duda todo.

-Aún no me puedo creer que Scott haya cambiado el lugar de reunión.

Paré, me giré a verlo.

-¿Qué?

-Sí, él me envió un mensaje que nos teníamos que encontrar en casa de Stiles y luego te envió un mensaje diferente. -se encogió de hombros-

-Tiene que ser una maldita broma. -suspiré-

-No lo es. -escuchamos una voz y ambos giramos para ver a nuestra ejemplar consejera escolar- Me alegra mucho que hayan venido.

-¿Lo dices como consejera o como una maldita cazadora?

-Linda, no sé de que hablas. Pero, tú y yo podemos ayudarnos, no nos has dado nada para desconfiar de ti así que, ¿por qué no nos entregas a Dunbar y te vas sin mirar atrás?

-Que pocos amigos debes tener.

-Tengo muchos, y algunos quisieron acompañarme hoy.

Atrás de Monroe habían dos cazadores y atrás de nosotros dos más, solo eran ellos así que era fácil deshacerse del problema. Lo que sería difícil es que Monroe no pelearía, si se ponían las cosas feas llamaría a más y simplemente acabarían con nosotros dos.

-Dijiste que no les había dado razones para desconfiar, les quiero dar una.

Lancé a los que estaban detrás de Monroe a los casilleros, ella corrió mientras que ellos no pararon y empezaron a dispararme. No sabía que podían contener esas balas, me encontraba concentrada en desviarlas todas las que venían hacia mi y las que iban hacia Liam, quien se encontraba peleando con un cazador.

Eran dos.

No pude buscar en donde estaba el otro cuando sentí una aguja clavarse en mi cuello.

-Gerard nos dijo muchas cosas de ti, como pararte era una de ellas. -me tomó por el brazo mientras yo empezaba a toser, tomó una daga afilada mientras la ponía en mi cuello-

-No les dijo todo. -traté de parar sus acciones-

-¿De que hablas?

-No les dijo que yo también tengo muchos amigos.

Escuché un gruñido y pude sentir la presencia de alguien más con nosotros, solo que no me esperaba que fuera él.

El cazador lanzó serbal formando un círculo con nosotros dentro, mientras sonreía.

-Eres una persona bastante idiota. -sonrió Isaac, el cazador apretó más mi brazo.-

-La ceniza de serbal puede dejar afuera a los hombres lobo, no a mi.-con un movimiento de manos pude deshacer el círculo dejando que Isaac entrara, arrojó al cazador hacía la pared luego de darle unos cuantos golpes-

Sentí un ardor en mi cuello lo que significaba que la daga me había rozado, afortunadamente no tenía ningún tipo de veneno que pudiera afectarme letalmente, ví como el pecho de Isaac subía y bajaba rápidamente y me miró.

-¿Cómo sabías que era yo?

-No lo sabía, estaba improvisando.

Rió y vino hacía mi. -Realmente te extrañé.

-¿Es mal momento para las presentaciones?

-Liam, ya cállate.