Capitulo #1

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¿Magia? ¿Fuego? Muertes, más muertes, personas derramando sus lagrimas ante sus seres queridos, y una solitaria niña en medio de la nada preguntandoce ¿Que es este lugar?, ¿por qué estoy aquí? ¿Dónde estan mis padres? Y derrepente una voz le dice: "Confia en ti misma y encantraras la felicidad, encontraras el camino a tu verdadero hogar, donde perteneces y salvarás tu mundo... pero...

Me levanté de golpe, no podía  entender que era todo eso y por qué siempre lo sueño, es como un aviso pero nunca lo logro comprender, además esa niña se parece a mí de cuando tenía 8 años.

La verdad he crecido con muchas preguntas, la primera, ¿por qué nací con el cabello blaco y por qué mis ohos son violetas?, en ocasiones siento que soy totalmente diferente a todos aquí, además siento que hay dos cosas dentro de mí, pero no se que es, ea una sensación muy extraña y en estos ultimos años he estado mas extraña de lo normal, aveces pienso que tengo magia, ¿es estupido no? Yo pienso que si.

Mi nombre es Lucy, Lucy Doyle y tengo 16 años en pocos meses tendré 17, no soy de ese tipo de niñas mimadas ni nada por el estilo, pero si me considero una chica muy talentosa, mi aspecto no está tan mal y es único, de sierta forma no atraigo a los chicos de hecho me considerasn como un bicho raro, además segun mis padres nací con una marca la cual es una media luna que se encuentra por mi abdomen y de hecho no se ve nada mal ¿pero, por qué tengo esto? ¿Quien soy? ¿ Por qué las personas no me consideran parte de ellos?

Mis padres decidieron trasladarse de pais, y comenzar una nueva vida en Japón, más que todo no querian que mis antiguos compañeros me estuvieran molestando y obvio que tambien por trabajo, aun que no importa en que lugar me encuentre, siempre será lo mismo para mí.

-Liz... Liz, vamos vaja a comer- ella es mi madre Margareth Rous, ella es muy amable, siempre está muy sonriente y es muy hermosa, su cabello a diferencia del mio es de un castaño claro y sus ojos son de un hermoso color verde.

-Liz, cariño baja, tienes que comer antes de ir a la preparatoria- y él es mi padre, su nombre es Anderson Doyle, es un hombre muy divertido a diferencia de mi madre que es un poco más seria, pero juntos son la pareja perfecta.

-¡Bajo enseguida!

No siempre soy muy rápida para alistarme, pero esta vez quise ser más lenta que de cpstumbre, quería areglarme y verme bien ante los demás y que amenos una persona, tan solo una persona me hablara amablemente ¿ acaso eso es mucho pedir?

Cepillé cuidadosamente mi cabello blanco, lo dejé suelto para que se apreciara más, no me puse ningún toque de maquillaje, me gusta más verme natural, me puse mi blusa y la típica enagua corta junto con mis medias altas hasta las rodillas, de hecho algo más altas de las rodillas, me puse mis zapatos y tomé mi bolso junto con todas las cosas que necesitaría hoy, ¿ya les conté que soy de los Estados?, pues la verdad controlo muy bien el idioma de aquí ya que la madre de mi padre es japonesa así que ella me ayudo mucho en aprender este idioma, lo que aún no controlo a la perfección es la escritura.

¡Y por fin! Ya estaba lista, salí de mi cuarto y bajé las escaleras a gran velocidad directo a la cocina, tomé un pan, me despedí de mis padres y salí muy rapido para poder tomar el transporte de estudiantes.

El bus estaba justo frente a mí, el hombre que conducía se sobresalto un poco por mi aspecto, cosa que no era de extrañar, subí con la cabeza baja ya que estaba algo apenada.

-Buenos días señorita- saludó, la verdad me sorprendió tanto el que me hablara sin importarle mi estraño aspecto, y pensé que ahora todo estaría bien, vi el interior del bus y todas las personas tenian sus ojos puestos en mí, lo cual era algo incomodo.

-¡Bu-bueno días señor!- no pude evitar el tartamudear.

Fui al interior del bus tratando de encontrar algun asiento vacido y por fortuna si lo había, me sente en el asiento del fondo, abrí la ventanilla y me dispuse a observar el paisaje, tras unos cinco minutos una hermosa chica de cabello negro y ojos cafés claro se sentó junto a mi.

-Ho-hola- se veía algo timida y tierna.

-Hola- Le saludé con una sonrisa.

-¡Oh por Dios tienes un cabello muy hermoso!, ¿cómo te llamas?, Yo soy Yui y ¿tú?- se veía muy animada...

-Eeh... gracias, mi nombre es Lucy- la verdad estaba algo apenada.

-Ya veo... eres extranjera ¿sierto? ¿De que país vienes?- puse una cara como la de un niño que quisiera que le cuenten cuentos antes de dormir, ya saben, una cara muy curiosa.

-Vengo de los Estados.

-Ha de ser frío por esos lados, oh alparecer ya llegamos, bueno hasta la proxima- y así bajo del autobús esfumandose entre las demás personas.

-Hasta la proxima- respondí sin mas para mi misma.

Todos bajaron muy rápido unos un poco más que otros dirigiéndose al comedor donde estabas los horarios de clases.

Busqué mi nombre entre todos eso papeles durante sierto tiempo y logré ver mi nombre en la hoja A5.

-¡Lucy! ¿Ya viste? Quedanos juntas- era Yui y se veía muy felíz.

-Si, me alegra mucho estar contigo Yui.

Yo tambien, ahora vamos, tenemos que ir a clases- me tomó de la mano y me condujo por los pasillos de ese colegio y justo cuando abrimos la puerta en ese mismo instante sentí que una nueva vida empezaría para mí.

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