Say that you love me~ (KookMin)

capítulo 1

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>pensamientos de los humanos <
_pensamiento de los lobos _( los pensamientos de los omegas van en cursiva y los alfas en negrita)
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Jimin llevava un ramo de rosas fuertemente agarado por sus manitos. Mientras lo apretaba fuerte contra su pecho, repetía las palabras que tenia que decir.

>Jungkook, te amo. Jungkook, te amo<

Hoy era el dia, en que por fin, se le declararía al que estaba seguro, era su destinado.
Jeon Jungkook. Una alfa que hacía suspirar a mas de un Omega.

Desde preescolar, Jimin miraba a Jungkook con ojitos soñadores. Lo idolatraba desde que tenia memoria.

Cuando escuchó que se habia presentado como alfa, su corazón martillo tan rapido como la locomotora de un tren. Y ahora, era el momento de profesarle su amor.

Los pasillos de la secundaria estaban llenos de ojos curiosos qur miraban raro al Omega. Pero éste, no les prestaba atención. Sus ojos estaba internados en el fondo del pasillo. Donde Jungkook, hablaba animadamente con sus compañeros.

Suspiro mas de una vez y tocó levemente su hombro.
—e-em...¿J-Jungkook?—llamó tímidamente.

Jungkook se volteó, conociendo a ojos cerrados quien lo llamaba.
Ese niño habia estado detras de él desde que tiene memoria.

—Aguarda un segundo...—le dijo a su compañero, el cual, paro de hablar para fijar su vista en el omega — ¿Que pasa Jimin?— dije con claro tono de fastidio.

Las piernas del Omega comenzaro a temblar —y-yo...—estaba tan nervioso, que las palabras no salían de su boca —e-esto es para ti...—extendió el ramo de rosas frente la cara sonrojada del alfa.

Muchos "Aww" Y "ohh" Fueron emitidos por los receptores de tan tierno momento.

El mayor de ambos estaba que moria de vergüenza. Su alfa se sentia humillado y avergonzado. Que un Omega haga esa clase de cosas, no estaba bien visto para él. Que fué educado a mano dura por sus padres, los cuales le enseñaron, que es el Alfa el que debe cortejar al Omega, no al revés.

—¿Pero que mierda es esto?—tomó el ramo en sus manos y lo tiró al suelo. Pisandolo frente la nariz de un sorprendido Omega—¿Me cerres tonto?

—y-yo...l-lo siento solo, ...solo queria d-decir que...—

—¿Que, qué?— reprochó el Alfa mas que enojado.

—q-que t-te...te amo —dijo cabizbajo.

Jungkook se carcajeo—¿Tu? —mas carcajadas se escucharon, pero esta vez, provenían de las personas que observaban— dejame dejarte las cosas claras Jimin...tú, eres un Omega horrible —escupió con asco, dando un paso mas hacía él— tu olor es el mas repugnante que alguna vez olí, y estoy seguro que los alfas solo te usaran para cojer. Nadie en su sano juicio estaria con un Omega tan gordo y feo como tú. Así que toma esas flores, metetelas por el culo, y dejame en paz de una buena vez — el alfa sonrió triunfante, se dió media vuelta y se fué.

Jimin quedó atónito. En sus cortos 15 años, penso que sufriria tanto. Su corazoncito no podia con tantos sentimientos. Su Omega lloriquieaba y se retórica en el mas agonizante dolor. Ser rechazado era una cosa. Ser rechazado, humillado, y despreciado por tu destinado, era otro nivel.

El menor no pudo mas y se tiro al piso a llorar. Era lo unico que podia hacer.

El timbre que dá inicio a clases, tocó.
Todos los alumnos fueron a sus respectivas aulas, menos el pequeño Jimin.