Cap 2. Cumpleaños.

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A Rusia no le gusta USA. Tiene suficientes razones con la guerra Fría.

Pero debe admitir que hay algunas tradiciones del  norteamericano que le parecen algo...

Interesantes.

¡SMACK! ¡SMACK! ¡SMACK!

—  ¡208! —

Se relamio los labios en los sollozos entre cortados del número en cuestión. Hacer que el trío mexicano se hundiera en un Estado tembloroso, necesitado y sumiso siempre era un reto gratificante a la hora de cumplirse.

Estaba seguro de que España muy pocas veces lo había logrado producto de muchos días y noches seguidos de maltratos, privaciones de sueño, comida junto al apoyo de artilugios de la Inquisición.

El privilegio de la entrega de las 3 partes del territorio mexicano hacia Rusia reinaba unicamente en la confianza.

Eso no quiere decir que este trío hermoso no le hubiera dado una carrera por su trabajo llegados a este punto.

Pero debía admitir que algunos inventos de la gente de USA eran bastante útiles para sus propósitos.

Dejó a un lado el pequeño remo de madera lisa para tener ambas manos libres.

Admiro detenidamente su obra y trato de no reírse por la ligera gama de "Maldición" "Mierda" "Puta madre" "Tu cabrón" Etc, que los mexicanos estaban escupiendo tratando de no remover se entre sí y ganarse algunos azotes extra.

Cosa que el ruso no les dejo nada sencillo.

Agarro tranquilamente los mandos a distancia y escogiendo uno al azar.

Y subió la intensidad al máximo.

— ¡Mierda! — su pobre víctima trato de cerrar las piernas en un fuerte reflejo arraigado, abriendo a si vez las piernas de los demás.

— ¡Centro! — la piel de gallina floreció preciosamente en la piel de sur cuando la acción repentina de su compañero abrió más sus piernas y en consecuencia su propio dildo vibrante se deslizó apretandose más firmemente contra su próstata.

— ¡Mierda!... ¡Centro hijo de la chingada! — Norte forcejeo ligeramente la pierna que tenía amarrada a centro para volver a su posición original.

— Vayanse a la verga— Centro les regreso el insulto en automático mientras trataba de controlar el creciente temblor en sus muslos. Ni siquiera había logrado juntarlos adecuadamente.

Los colores de la parte norte del país brillaban en tonos pastel producto de la excitación y la vergüenza. Moverse por si solo sovaba el gran dildo vibrante sobre su próstata en diferentes ángulos. Maldijo a Centro tanto como su balbuceo penoso se lo permitió.

Rusia ladeo el rostro bastante entretenido, repitió la acción con el resto de controles y se permitió disfrutar perezosamente del espectáculo visual que su querido México le estaba dando.

Los gritos y maldiciones de las 3 partes del territorio latino se volvieron cada vez más fuertes.

En el lado Sur se volvieron chillidos agudos y desesperados.

Los gruñidos finalmente aparecieron en el norteño con su voz profunda parecida a un animal amarrado, no muy lejos de su actual realidad.

Y en el centro iba subiendo cada vez más de volumen y forcejeos.

Tan perfectos y hermosos.

Las 3 partes del territorio mexicano ni siquiera podían retorcerse por el placer adecuadamente. Rusia los había amarrado de las rodillas entre sí, dejando sus pechos recostados en una larga mesa de madera especialmente pulida para la ocasión, hecha lo suficientemente alta para que los 3 mexicanos apenas pudieran alcanzar en suelo con los pies en Punta.

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