Todo este dilema existencial tiene un inicio y no sé si le corresponda un final; empezó a una corta edad, yo siendo pequeño, incrédulo de la religión, buscando respuestas a las incertidumbres del nacimiento de Dios; ¿de donde salió? ¿Quién lo creó? ¿por qué tanta gente cree en él? La respuesta a todo esto siempre fue: "hay que tener fe", "no cuestiones", "somos todos hijos de Dios y él nos creó a imagen y semejanza"; mi primer error fue ese, cuestionar, hasta tal punto de decidir decantarme por el ateísmo, situación que durante un tiempo no me generaría repercusión, ni dudas, ni problemáticas existenciales, una situación que me hizo caer en la depresión absoluta, donde comencé a verme como la carga de los demás y hasta llegué a pensar que el mundo sería mejor sin mi existir, situación en donde al no sentirme atrapado en los brazos de un dios creador y salvador, pensaba que estaba solo contra las injusticias del mundo.
Mi vida de niño fue bastante problemática; tanto de manera familiar como personal, hubo maltrato en mi casa, además yo era muy tímido para hablar, tal vez uno de los dos fue consecuencia de la otra, en mi niñez critique a Dios, pensé que me había abandonado, me había dejado solo contra los problemas familiares, sociales y personales; mi familia bastante religiosa me hizo participar en varias bifurcaciones de la religión de cristo, tanto cristiana como católica; en lo personal prefiero la cristiana y si no hubiera interrogado tanto la lógica de la religión, hubiera sido toda mi vida cristiano, tal vez hubiera sido feliz.
Mi juventud después de los 13 fue algo extraña, pues comprobé la poca aceptación a otras inclinaciones religiosas, debido a la baja simpatía que tenían mis compañeros de clase hacia al ateísmo, también leí la biblia satánica por curiosidad y me di cuenta que no todo era malo desde el punto de vista del diablo, más bien era un punto de vista más humano, ¿por qué después de una cachetada habría que poner la otra mejilla? Me di cuenta que la religión tenía tantos perjuicios que nos convertía en algo sin sentido, sin emoción, deshumanizados y problemáticos, porque es lo más problemático en este mundo, gente muere todos los días por ella y hay niños que nacen todos los días por culpa de esta.
Desde mi inicio en el ateísmo hasta hace unas semanas, viví una vida tranquila, sin preocupaciones hacia la muerte, pero hubo un detonante, algo que me hizo cambiar de opinión, no sé si es parte de la problemática entorno a mi hijo, apego excesivo a mi pareja o que me acostumbre a vivir y le temo a la nada absoluta. Escribo tratando de indagarme, de ver que encuentro en mi subconsciente, tal vez él tenga las respuestas a todo este dilema, sé que no me conozco y que debo entenderme más.
He buscado respuestas, he indagado sobre la muerte, he querido pensar que no es el fin, que hay algo atrás, investigué tanto cosas espirituales como científicas, encontré teorías como la reencarnación, el eterno retorno, la relatividad de Albert Einstein, la mecánica cuántica y el Biocentrismo, también, encontré cosas más humanas como la posibilidad de la inmortalidad, hablada por este charlatán de José Luis Cordeiro, el cual le prometió a la humanidad vida eterna dentro de los próximos treinta años, pero investigando más afondo sobre esto, encontré que una de las personas que él nombró como pilar clave de sus palabras, María A. Blasco, la cual dijo que no buscaba la vida eterna, pues esta no era una enfermedad sino hacer que la juventud se prolongara para que las personas no contrajeren enfermedades y así poder prolongar la vida hasta los 140 años, pues esta descubrió que las células cancerígenas no tenían vida limite mientras tuvieran un alimento sustentable; de las demás teorías me hice una idea satisfactoria hacia mí mismo, equivocándome en la cuántica pero no en la de la relatividad, entiendo que la consciencia de J.D.P.R. es perteneciente a la primera parte del siglo XXI sin embargo, no irá mucho más allá, soy parte por la eternidad de esta pequeña pieza del tiempo cósmico. El Biocentrismo me suena algo alocado, pues habla de que el universo necesita de nuestras consciencias para poder existir, sin embargo, ¿por qué existimos aún si hay varias personas muertas ya? Pues la respuesta es sencilla y es que cada uno creo su propio Universo, con elementos pertenecientes a sus sentidos y otros en común con las demás personas, no sé si lo que tú piensas es lo mismo mío, si tu rojo es mi rojo o si tu negro es mi negro, tu cabeza siempre será un lugar incomprendido para la mía, un lugar misterioso que nunca veré tal cual. Podríamos llegar al pensamiento de Descartes, "pienso y luego existo", no obstante, sería caer en una ambigüedad, la cual no tiene razón de ser; basándome en lo último afirmo que el día que yo muera, el universo también lo hará, no por ser un ser Dios omnipotente ni un ser uni-existencial, sino porque lo que yo percibo como universo, desaparecerá conmigo, junto con lo que fui, soy y seré.
Vivir, es caer en un laberinto sin salida, es absurdo y carente de sentido, por eso mismo nosotros, seres humanos, de un conocimiento limitado, incapaces de ver la verdad, títeres de la vida y la muerte, creamos nuestro propio propósito, sin entender de que este nunca existió, existe ni lo hará, pues todo algún día en el cosmos dejará de ser materia y pasará a la nada visible.
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El día que yo muera, el universo también lo hará.
Short StoryBueno, soy joven y a lo largo de la vida he generado distintas crisis existenciales, quiero que tanto mis lectores como yo nos aventuremos dentro de mi cabeza y me ayuden a encontrar cual es la causa primera de mi problema. Pues estoy temeroso de la...