HEARTBEAT [LARRY STYLINSON]

Capítulo 2 "Una flor particular"

Una semana más tarde, Louis se encontraba limpiando los grandes ventanales de la tienda, la ciudad frente a él se movía como todos los días, el sol resplandecía cálidamente y las flores de alrededor aromatizaban el lugar tan dulcemente como siempre.

— Veo que estas muy animado hoy. —Dijo Alissa mirando como su primo tarareaba una pegajosa canción.

— Lo estoy, el día está lindo ¿no te parece? —Con la sonrisa pegada en el rostro, dejó de limpiar el ventanal y miró hacia el exterior, gente y más gente pasaba por fuera. Con aquella misma sonrisa pegada en su rostro, estuvo a punto de girarse hacia su prima, pero quedó a medio camino cuando divisó a una figura alta parada en frente de la calle. Achinando los ojos, profundizó su mirada hacia el hombre que miraba la tienda, o más bien que lo miraba a él. Reconoció de inmediato al sujeto cuando una nube tapó el sol y la oscuridad le permitió ver con facilidad. Aquel hombre alto y fornido era el que había atendido hace una semana atrás.

— El hombre de los tulipanes. —Susurró mirando al sujeto que tenía los ojos puestos en él. Repentinamente su cuerpo vibró y una presión en su corazón lo golpeó, era la misma sensación que lo había azotado cuando lo vio por primera vez.

— ¿Qué? —Su prima preguntó desde el otro lado de la tienda.

— Na-nada. —Susurró antes de mirarla, Alissa solo se encogió de hombros y volvió a lo suyo.

Aun sintiendo la vibra recorrerle el cuerpo, Louis volvió a mirar a la calle, pero aquel hombre ya había desaparecido.

Eso había sido extraño, muy extraño.

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— Louis Tomlinson no puedo creer que no te hayas dignado a aparecer en casa después de una semana. —La voz parlanchina y femenina revotó contra los ventanales de la tienda.

Levantando la cabeza de su libro, Louis la recibió con una sonrisa.

— Hola mamá. —Saludó con una sonrisa inocente.

— No me pongas esa sonrisa Tomlinson, estoy muy enojada contigo. —Ella dejó su bolsa sobre el mostrador.

— Lo siento, he tenido bastante trabajo aquí, he terminado muy agotado así que me he ido directamente a la casa. —Se excusó con los labios fruncidos.

— ¿Te estas sintiendo mal de nuevo? —Jay rápidamente le tocó el rostro con preocupación.

Louis rodó los ojos.

— No, mamá, me he sentido bien, solo es cansancio del trabajo nada más.

— Pues estas trabajando mucho entonces, mandaré a tu hermana a cubrirte, así te vas a nuestra casa y yo te atiendo.

Louis se rió negando con la cabeza, después de la operación su madre se había vuelto muy sobreprotectora con él, lo trataba peor que un niño pequeño, pero la entendía, estuvo a punto de perder a su hijo.

— Mamá, escúchame, estoy completamente bien, si me sintiera mal te lo diría, tú lo sabes. — La calmó saliendo del mostrador y colocando la mano en su hombro.

— Lo sé. —Ella asintió con el rostro caído. —Es solo que me da tanto miedo pasar por eso de nuevo, no te pudo perder. —Con los ojos llenos de lágrima, Jay lo estrechó en un abrazo.

— Tranquila, eso ya pasó, estoy bien ahora.

— Lo sé... —Se secó las lágrimas antes de dejarlo ir.

— Hola Jay, es bueno verte. —Alissa salió de la parte trasera de la tienda con un par de jarrones en las manos.

— Tuve que venir ya que mi Louis me tiene abandonada.