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Observó a su doctor entrar a la habitación, así avisándole que ya era la hora. Mariana largó un suspiro y sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas, de nuevo.
Plantó un beso en su frente que, si bien esperaba que no sea el último, en el fondo sabía que sí lo era.

Porque sí, en el fondo sabía que esa sería la última vez que vería la cara angelical de esa chica, que aunque esté pálida y en su efecto, desgastada gracias a su estado, le seguía pareciendo hermosa.

june in tears. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora