III

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Freddie bajo sus escaleras con mucho calor corporal, necesitaba tomar un poco de agua, ya era mediodía y el pelinegro recién se había levantado. Cuando bajo fue directo a la cocina descalzo como siempre lo estaba, roger y su madre se encontraban en la cocina  comiendo ya que el pelinegro estaba durmiendo ellos ya habían comenzado.




--buenos días querido.--  saludo  jer a su hijo mientras se levantaba para servirle un poco de ensalada al pelinegro, freddie sin omitir palabra miro a su madre y luego a roger que este no sacaba la mirada de su plato.





--Roger me estuvo contando de la fiesta,  ¿la pasaron bien no?.-- decía jer mientras servía la comida.





--si, bailamos y nos divertimos bastante, es más te digo que aquí hay muchas chicas preciosas.-- comento el rubio con su vaso de jugo frío en la mano, llamando la atención del pelinegro por completo.






--¿conociste alguna acaso?.-- jer  la leyó la mente a su hijo, sacándole la pregunta.





--oh solo baile un poco con una chica, hablamos y eso.-- dijo algo avergonzado mientras que freddie solo comía.





En ese momento el timbre de la casa sono y el pelinegro se paro rápido de su asiento para atender la puerta, cuando la abre es una joven bastante atractiva con su bicicleta, freddie la conocía porque era vecina, no le caía muy bien pero no era sorpresa que los vecinos vengan a pedir cosas a la casa de freddie.





--hola freddie, roger me contó ayer que alquila en tu casa ¿el se encuentra?.-- pregunto la pelinegra, mientras que freddie solo la observaba con no una muy buena expresión.






--no, no se encuentra, es más el salió muy temprano y volvera muy tarde.-- freddie por una extraña razón le había mentido, casi cerrando la puerta en la cara  de la joven, Jer aparece tras freddie impidiendolo






--h..hola jer, quería saber si esta roger pero al parecer no.-- dijo la joven mientras se ganaba el fastidio de freddie.






--Roger si esta, pasa cariño por favor.-- jer hizo que la chica pase mientras freddie miraba mal a su madre sin decir ni una palabra.




•▪︎•▪︎•

Freddie se había encerrado en su habitación para evitar mirar a roger y a esa vecina la cual le caía mal estando juntos. La tarde para freddie se hacia más y más larga cosa que detestaba, el calor le pesaba y molestaba, bajo para refrescarse con agua fría, en ese momento roger y la joven se estaban despidiendo con un pequeño beso en la mejilla. El rubio cerró la puerta y se dirigió a la cocina, también sacando un refresco de la nevera.





--te has conseguido novia eh?.--dijo en tono de broma pero sin ninguna pisca de humor por dentro.





Roger solo río y siguio bebiendo, freddie no conforme, quería sacar alguna que otra respuesta de roger.





--¿
es linda no?...un día la vi desnuda en el lago, lindo cuerpo, lindo estilo...te gusta?.-- tomo asiento en el borde de las mesadas.





Roger algo incomodo suspiro y fijo su mirada en el pelinegro.





--a caso te interesa mucho si me gusta o no?.-- levanto sus cejas y apoyo su muñeca en el mármol frío.






--n..no, solo preguntaba-- freddie miró por algunos segundos en silencio a el rubio, comenzó a ponerse nervioso y sentía que su corazón se volvía cada vez más loco cuando fijaba su mirada en los ojos azules de este.--..yo me voy a..a mi habitación.-- freddie apunto de irse fue detenido, roger sujetaba su muñeca mientras a este se le formaba una pequeña sonrisa, haciendo sonrojar de nervios al pelinegro.





--freddie...puedo hacerte una pequeña pregunta.-- pregunto aún con su sonrisa.




--s..si.-






--yo acaso...






--¡farrokh!.-- jer llamo de un grito a su hijo, interrumpiendo por completo la tensión y el momento de roger y el pelinegro.




Freddie sacó su mano del agarre de este y fue directo a su habitación donde había sido llamado por su madre.





--que pasa?.-- pregunto con sus dos manos en las caderas.






--que pasa?! Que no pasa?!, dije un millón de veces que limpies tu maldito cuarto farrokh, mira esto, es un desastre!.-- jer levantaba papeles abollados en el piso, ropa tirada y mallas arrugadas, en ese momento jer tiro un pequeño dibujo que contenía la cara de aquella persona que no sabia a quien realmente había dibujado pero era realmente hermoso el dibujo.




El pelinegro me sacó rápido el papel a su madre, ella lo miró rara y luego poso  su palma de la mano en la frente de este.





--espero que no te estés enfermando, estás todo rojo.--  jer salió de la habitación ya cansada de discutir con su hijo dejándolo solo por fin.







My false daddy~[froger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora