Lost souls

Capítulo #2

- Hola chicas.-Dijo él.
Yo estaba en estado de shock. No sabía que decir, no sabia que hacer ¿Como se hablaba? Joder, estaba frita.
- Hola.- Dijo Lau con su encantadora sonrisa y estrechó su mano.- Me llamo Laura ¿Tu?
- Soy Shawn.-Rió, soltó su mano y me miró.- ¿Tu te llamas?
Laura al ver que no respondía soltó una carcajada y dijo en mi lugar.- Se llama Kassandra. -Sonrió.- Y parece que el ratón se le ha comido la lengua ¿Verdad Kassie?
Yo desperté del trance y miré confundida a Laura y luego vi al chico y andaba más perdida que Dédalo en su propio laberinto.- ¿Ah? Eh, si.
- Un gusto.- El me sonrió y estrechó mi mano. Su mano era increíblemente cálida en la mía. O se me había bajado la presión o el tenía un calefactor dentro.
- Igual.-Dije en un susurro y soltó mi mano.
- Yo te conozco. -Dijo el mirándome y con una sonrisa pícara en los labios. Hay no, el lo recordaba ¡Esto era terrible!
- A ¿A mi?
- Si a ti Kassandra.
¡Oh Dios mio! Por favor que me haya visto en otro lado y no recuerde lo del metro. Por favor. Por favor. Por favor.
- Te vi la vez pasada, cuando caíste sentada encima mío.-Él sonrió. No sirvieron los "Por favor", el lo recordaba. Lo único que quería, era hacer un hueco en el suelo, y hundir mi cabeza en el. Esto era vergonzoso.
- ¿A si? Eh. Y-yo también l-lo recuerdo.-Dije tartamudeando y miré mis manos.- Perdón por cierto.
El rió y dijo.- Eso fue lo que dijiste al irte. Pero se te cayó esto.-Sacó un libro de su bolsillo trasero y me lo entregó.- No se, solo lo guardé por si te volvería a ver.
Yo vi el libro encantada. ¡Era mi libro "MATAR UN RUISEÑOR" de Harper Lee! Amaba ese libro y lo había perdido esa tarde, lo había buscado en todos lados y dentro de el estaba la rosa más extraña que había visto en mi vida, la puse entre las páginas y la usaba de separador. Abrí el librito y busqué la rosa. Una gran decepción inundó mi interior: La rosa no estaba.
- ¿Que buscas? -Dijo el observándome muy interesado.- Tal vez tenía algo y ni cuenta me había dado.
- Eh. Bueno, mi libro tenía una pequeña...
- ¿Pequeña rosa disecada? ¿Era de un color rosado? -Dijo el interumpiéndome.
Levanté mi mirada hacia el, sorprendida ¿Leía mi mente?- Eh si, era una rosa como la que dijiste ¿Como lo sabías?
- No es que haya leído tu mente, tranquila. Pasa que se cayó del libro cuando llegé a mi casa y a mi hermana pequeña le encantó y la cogió.-Mi mundo se vino encima ¿Una nena pequeña? ¿Con una rosa delicada? Adiós rosa.- Pero le pedí que la devolviera y la tengo en mi casa.-Respiré cuando el dijo que la tenía, fue como si me hubieran quitado un peso de encima.- Te la puedo dar ¿Mañana puedes ir a mi apartamento?
- ¿Ir a donde? -Dije yo confundida.
- A mi apartamento, claro, si deseas. -Dijo nervioso. ¿El estaba nervioso? ¡Dios! Si el estaba así yo estaba a punto de un colapso e iría a morir en cualquier instante.
- Por suspuesto que irá.- Dijo Laura entrando a la converzación. Había olvidado que ella estaba allí. Grave error. Ella recibió la direccion y las indicaciones para llegar. Honestamente yo no podia oir ni decir nada. Simplemente lo veía a el.
Cuando terminaron de cambiar números y, como era de esperarse, Laura le dio el mío. El se despidió de cada una con la mano y se fue.
Solté el aire que ni sabía que estaba reteniendo y miré a Laura.- Estás demente si crees que iré a su apartamento...

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