Lo último que supo de YoonGi fue que escapó corriendo en forma de lobo, se sintió anonadado, sin saber que hacer al saber que todo lo que alguna vez le dijeron solo era mentira, que lo intentaron proteger tantos años de algo donde solo había soledad, un lugar desolado con nada más que un cambiaformas de lobo, el cual solo sabía que se llamaba YoonGi y que se notaba claramente lo inofensivo que era, parecía incluso que él estaba más asustado.No sabía si callar, si avisarle a todo el pueblo que los líderes del grupo solo mienten —sumando que eran sus padres—, todo se iría abajo, nadie confiaría en nadie. JiMin estaba enojado, triste y se sentía decepcionado, mientras caminaba de vuelta a su hogar, su pierna seguía doliendo, no sabía donde había quedado su bolso y su ropa estaba llena de barro, no sé dio cuenta en que momento las lágrimas amargas comenzaron a recorrer su cara.
Y es que solo tenía una cosa clara, que esa no iba a ser la última vez que fuera, porque pensaba velar por la seguridad de YoonGi y descubrir todo lo que ocultaron, cada pequeño detalle, y no iba a acabar hasta saber toda la verdad.
🐾
—JiMin, dios, ¿dónde estabas?, te busqué por todas partes, tuve que inventar que fuiste a buscar frutos al bosque, la gente estaba dudando si era cierto, no puedes desaparecer así y dejar sola a tu gente.
A JiMin se le revolvió el estómago, con la rabia hirviendo y el nudo pujando en su garganta, no podía creer que aquella mujer, su madre, a quien amaba con todo su ser, le había mentido descaradamente, siempre creyó en su honestidad, nunca se cuestionó ni se pasó por la cabeza alguna mentira que podría provenir de ella.
¿Cómo podría seguir ahora?, ¿qué haría con su pueblo?, ¿lo diría todo o los dejaría vivir en la mísera ignorancia?
Todo se sentía tan complicado, no entendía como su vida pudo dar un giro, como todo se desmoronaba lentamente a su alrededor, la traición quemaba, dolía y sobretodo destruía su interior.
Con la voz a punto de romperse, respondió—Sólo caminaba por el bosque, necesitaba pensar, mis futuras responsabilidades han estado haciendo estragos en mis pensamientos, madre.
—Entiendo que todo esto ha sido complicado para ti, pero por favor no desaparezcas así, además...—suspiró hasta que su mirada se dirigió a la pierna de JiMin, sus pantalones estaban llenos de barro, con un agujero y vio sangre escurriendo por su pierna.—¡Dios mío!, ¿que sucedió?, ven, camina despacio, ¡no puedes estar herido!
El Omega solo le siguió con el corazón roto.
🐾
Miro el techo, buscando esperanza, ayuda, pidiendo y rogando a quien sea que lo pueda consolar, sentía la angustia como nunca, a una intensidad que jamás había experimentado, en su cabeza solo podía recapitular lo vivido, en la forma animal de YoonGi, su aroma, sus manos, su existencia, la cual quería tener entre sus manos, entender que pasaba por su mente, sus secretos y aspiraciones.
Sentía una conexión inexplicable, le encantaría descifrarla, pero tenía más cosas en que pensar.
Lentamente cayó dormido, con los párpados pesados, el corazón frío y el alma rota.
Esa noche solo pudo soñar con los ojos profundos de YoonGi, parecidos a la luna llena que había esa noche estrellada.
🐾
Una semana después le informó a su padre que estaría buscando algunas cosas fuera del pueblo, accedió, "mostrar independencia en momentos como estos te beneficiará, hijo", eso fue lo que le dijo, expectante. JiMin solo asintió, decidido y llevando su equipamiento, tenía una necesidad, su Omega le pidió cada día, cada momento, cada hora, quería, no, necesitaba ver a YoonGi, aspirar su aroma y sentir sus manos.
Esta vez requirió de mucha concentración para cruzar, pero el hacerlo le resultó mucho más fácil, sabía cómo hacerlo, era un Omega fuerte, confiado de sí mismo, eso es lo que haría un futuro líder, eso es lo que debía hacer, no tenía de otra.
Buscó desesperadamente al Alfa, deseando aunque sea verlo, anhelaba el ver que estuviera bien, que no estuviera herido, que nadie le hubiera hecho nada, tenía tanto miedo, si pudieron ocultarle tantos años aquellas mentiras ya no sabía de que eran capaces.
—¡YoonGi!, ¿estás?—gritó, con el corazón en la mano y el pecho hundido.
Seguía teniendo su pierna vulnerable, pero lo más rápido que pudo se aproximó a la casa del Alfa, aún recordaba el camino, incluso sentía su aroma desprendido en el bosque desolado, tenuemente.
Llegó después de una larga caminata, dando zancadas desesperadas, con el dolor punzando su pierna, ignorando la molestia y aferrándose a su bolso. Visualizó la pequeña casa (que no dejaba de ser hogareña), se acercó impaciente y cuando llegó a la puerta dio un largo suspiro, grande fue su decepción cuando no vio nada.
Entró, YoonGi debía llegar en algún momento, lo haría, ¿cierto?
El Alfa no llego esa noche, ni la siguiente.
🐾
Hola, ¡volví! perdón por el capitulo aburrido y corto, era necesario ver como se sentía JiMin para entenderlo mejor como personaje.
Lamento si sienten algún cambio de narración, este capítulo tardó 3 años (creo que tenía 15 en ese tiempo, ahora voy a cumplir 18), luego de mucho tiempo quise escribir, intenté reencantarme con la escritura y creo que aquí estoy.
Espero les guste, pronto subiré otro Omegaverse, espero estén atentos <3
Muchas gracias por su apoyo a lo largo de estos años, esto es para aquellos que siguen esperando, gracias por quedarse!
Masku <3
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¡Mío! » yoonmin || omegaverse
DiversosYoonGi es un lobo de una manada ya extinta, JiMin es un Omega de sangre pura a futuro mando de su pueblo, quién ya está comprometido a un matrimonio obligado. Sin embargo, el Omega era curioso, y caminar hasta el bosque debe haber sido la mejor opci...