Prefacio.

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Concentro mi mirada fijamente en una paciente con esquizofrenia. Ella luchaba contra las enfermeras y doctores que trataban de calmarla, gritaba y se retorcía. Parecía un animal salvaje, luego de varios segundos, ella se calmo y se dejo caer en la fría camilla, gracias a los tranquilizantes. Esto era mi día a día, ver pacientes, trabajar en un hospital psiquiátrico no era muy agradable, ya que todos sufren de problemas ya sean físicos o mentales. Todo tipo de enfermedades se encontraban en cada una de las habitaciones y para ser enfermera en un loquero hay que tener dignidad, por que las experiencias que he vivido detrás de cada puerta me han dejado recuerdos espantosos.

En fin, trato de olvidarme de la chica y me concentro en los pacientes nuevos que acaban de ingresar. Centro mi vista en ellos, son solo cuatro personas, dos chicas y dos chicos. La primera chica sufre de anorexia sus costillas se marcan debido  a su pequeña blusa. La segunda chica es esquizofrénica  observa a su alrededor de forma extraña y susurra cosas que solo ella escucha. El primer chico puede sufrir de depresión o algún otro trastorno, su mirada esta perdida. El ultimo es el que capta mi atención, tiene la mirada puesta en el suelo, en ningún momento la levanta, es como si el solo estuviera en el mundo, solo el y mas nadie. Me siento curiosa respecto a  ese chico, parece un chico normal, no parece sufrir de ningún trastorno  físico o mental. Pero las apariencias engañan.

Trabajo aquí desde hace un año y medio con tan solo obsérvalos puedo identificar que problema tienen, pero con este chico no puedo, tiene algo extraño. Con tan solo obsérvalo un escalofrió me recorre todo el cuerpo, y eso no es normal. Es algo escalofriante, pero me gusta correr riesgos  y voy a averiguar que le pasa a ese chico.

Dejo la carpeta y le pregunto a Sarah una de mis compañeras, es pelirroja, con unas piernas de infarto, terca y con una bonita sonrisa. Pero a pesar de eso es mi mejor amiga.

      – Sarah ¿Cómo se llama el último chico de la derecha? – Exclamo curiosa.

        – Déjame buscar en su historial – Dice mientras busca en unos papeles -  Hunter Johnson ¿Por qué preguntas? ¡Abby no me digas que te atrae! – Frunzo el ceño.

          –  ¡No por Dios no lo conozco! Solo tenía curiosidad ¿Qué más dice su historial?

 Ella me observa unos segundos antes de contestar. Ruedo los ojos, le gusta analizar la mirada de las personas a ver que ocultan.

  –   ¡Nada su expediente esta vacío! Solo dice su nombre apellido y edad.

 Frunzo el ceño confundida, debería estar lleno. Observo a Hunter, aún sigue con la mirada en el suelo ¿No le duele el cuello al estar tanto tiempo en esa posición? ¿Qué oculta que no puede levantar la mirada? Trato de agacharme disimuladamente para ver sus ojos, logro observar un color oscuro. Siento otro escalofrió por mi cuerpo, esto es extraño… Debo dejar las cosas así  y no hacer nada. Pero joder, la curiosidad me esta matando.

Esta bien, yo voy a descubrir que se traen esos ojos oscuros.

   –   ¡Pido al paciente Hunter! – Exclamo mientras me dirijo hacia él. Esto será interesante.

¡Hola! Nueva novela, espero les guste. Fue una idea de mi mejor amiga, aun no tengo una idea clara de la novela, pero lo ire descubriendo mientras la vaya desarrollando. Comenten y voten, besos. ¡Odio las lectoras fantasmas eh!

- Graciela.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2014 ⏰

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