Una Penosa Existencia

Cap: 5 momento estropeado

   Los días y semanas transcurrieron de manera tranquila, mi relación con Marie estaba estable y muy calmada; esto se lo puedo atribuir mayormente a las atareadas clases. Esto por ser ya casi inicios de medio año. Y en esa etapa del año, venían muchas evaluaciones de estudio. Esto era básicamente poner a prueba todo aquello aprendido, por lo que le di prioridad a estas sin dejar de también prestarle atención a Marie. Conversando con esta en los momentos de descanso, siendo estos los que más apreciaba por el escaso tiempo que nos permitían estar juntos antes de volver a estudiar. Aunque también podíamos tener momentos fuera del instituto pero; esto también se me hacía algo complicado, por un reciente empleo en un puesto de prendas decorativas para las clases altas y nobles. Así que nuestros tiempos se veían aún más reducidos, y a pesar de todo aquello siempre seguí con mi pundonor en alto. Ya que el trabajo no me era algo difícil y podía sobre llevarlo, y con este sentía más ganas de trabajar arduamente por tener más dinero y no solo ayudar a mi madre, si no también compartir momentos aún más cercanos con Marie.

   Y así seguían los días estudiando y trabajando, formandose como un acto rutinario del cual no me quejaba, sintiendo algo de dolor en mis pies al llegar a casa, pero nada de eso era suficiente para derrumbar mi espíritu y fortaleza. Siempre llegaba un poco antes que el sol terminase de dar un último fragmento de luz por la Ciudad, admirando en mi camino aquella bella puesta del sol al este de mi camino, creando bellas siluetas y obras con las nubes, dignas de ser pintadas por los mejores artistas del reino. Resplandeciendo el color morado y algo amarillento del acaso, acompañado por el naranja tintado de las nubes. Siendo un gran espectáculo para reforzar mi aprecio a la vida cotidiana, llegando siempre con un aura alegre y tranquila la cual era difícilmente podría derrumbarse, y esta parecía hacer efecto a mi rededor; debido a que mi madre mostraba síntomas de una mayor alegría. Inclusive está obtuvo una gran oportunidad de trabajar en un restaurante de bajo renombre, pero no por ello no dejan de ser una gran oportunidad. La cual acepto mejorando la energía en nuestro rededor, volviéndose una vida más... Hermosa y colorida.

   Jamás llegue a pensar que pudiese vivir algo así, todo parecía estar cooperando a mí favor y a mis amigos pero... Las clases se volvían más fácil con el pasar las semanas, y me era más rápido hacer todo deber asignado en estas. Pero al ver como Marie empezaba a demostrar algo de interés en tener otras amistades, llegue a sentir algo insólito. Vaya~ ¿enserio soy así de celoso?. Con conocer qué emoción me estaba afectando aprendí a cómo lidiar con ella, solamente dejándola conocer más gente, jamás pensaría en apricionarla, todas las personas cambian y buscar expandirse a nuevas aventuras. Acción de la cual yo fui participé, lo cual me cambio volviéndome alguien más abierto y sobre todo más alegre, evite la mayor cantidad de celos posible siendo en mucho tiempo una tarea algo difícil, si era verdadero que no lograba pasar mucho tiempo con esta; siendo esta una de mis principales razones para querer aún más su atención, al punto que estando en la misma ciudad le mandaba cartas con la razón de llamar su atención, sus respuestas no tardaban más que lo que tardar el mensajero, pero aún así no lograba satisfacer mucho aquella atención que deseaba y apetecía, pasando por momentos de una extenuante soledad por la distancia y el tiempo que nos separaba.

-las relaciones siempre tienen altibajos, no desesperes. jee deseguro algo bueno deparará el tiempo y la paciencia. Estoy más que seguro- comenté al aire mirando aquel verde techo de mi habitación el cual hacia resplandecer pequeños puntos de la luz de las velas, esto por su aspera superficie.

   Aquella noche dormí preocupado, no logré soñar nada; aunque de igual manera no eran comunes los sueños durante mis descansos, pero aún así algo extraño se esparció en mi mente aquella noche. Despertando con un poco de aquella preocupación con la que me dormí, pero haciendo caso miso en esta seguí con mi día dispuesto a estar lo más positivo posible.