cap: 4 románticas ilusiones

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Mis días eran por así decirlos; pintados de bellos matices y aromas que me hacían delirar por así decirlo. Nunca en mi mera existencia fluía tanta energía positiva como la que hoy siento, mi mente parecía ser una hoja al aire; dejándose llevar por las ráfagas de aire fluido. Sintiendo como si fuese parte de una delicada y bien compuesta melodía, caminado por aquella galería de árboles y flores resplandecientes en su mayor estado de vitalidad; mostrando su florecimiento en su máxima escala de colores. Mirando cada detalle de mi matutino recorrido como si fuese algo nuevo, sobre todo más resaltantes en cuanto a belleza. ¿Acaso es esto gracias a la reciente integración de Marie a mi vida?; Me lo planteaba de manera muy sutil, ya que quería disfrutar de esta alegría. La cual jamás tuve la suerte de conocer por medios normales, y ahora puedo disfrutar con admiración por la persona quien genera esto en mi.

-jamas pensé que pudiese sentirme asi- argumente al aire sin concentrarme en nada más que la cautivadora belleza de Marie. -uhg cálmate no te dejes llevar tan fácil apenas estoy comenzando con ella-

   Tras recuperar mi estado de razón, faltaba ya menos de unos metros a la entrada del instituto. Pensando cómo sería la despedida de fin año. Esto por ser el último mes del año y por esto los institutos de educación daban unas pequeñas vacaciones a los jóvenes para volver a la mitad del primer mes. Cosa que era muy entretenida ya que en algunos institutos era fiestas de gran frenesí, y la pasión de festejar la vitalidad de los jóvenes era muy notoria con sus bailes de fervor mucha demostraciones de sexualidad. Cosa que para mí era extraño y solo daba por sentado; ya que era común en la juventud el dejarse llevar por modas y situación mayores a su compresión. Aunque los platos de comida hacia de la celebración casi un festín. Cosa por la cual únicamente hiba a tales celebraciónes.

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   La música hacia avivar los corazones de todos los jóvenes, logrando que bailacen con un abrazador frenesí; cosa que observaba desde la distancia, debido a que no sentía tal interés en demostrar algo tan banal frente a todos. Aunque si podría decir que los bocadillos estaban deliciosos, se notaba la determinación de hacerlos saber deliciosos. Teniendo una bolsa llena de estos. Gracias al poner en práctica mi talento de pasar desapercibido por las mesas , y recoger un poco de cada uno y irme hasta aquella alejada pero tranquila cancha de deportes; la cual, estaba bellamente decorada de pétalos rosados y amarillos por todos lados, como si fueran tirados así al propósito para alguna ocasión jovial o con necesidad de un toque de belleza natural.

   En aquello un casquillo de dedos interrumpió mi concentración en aquella decoración soltado un pequeño grito de sorpresa.

-Aahg!~ ¿pero que?- salte un poco en mi aciento mirando atrás mío, notando un cuerpo alto y tras elevar la mirada entrecerrado mis ojos debido a que unos pequeños rayos de luz pasaban por entre las hojas, creando una suave e inconsistente iluminación la cual era muy llamativa y atractiva para mí; debido a que está bella decoración se encontraba detrás de Marie, dando una especie de vista comprada a la de un retrato pintado de una noble.

-jajaja asustadizo- comento con una linda y muy hermosa sonrisa sentándose al lado mío.

-las hojas y el sol se veían muy lindos detrás de ti y te hacían ver hermosa- comenté sin pensar que fuese a decir percatandome segundos después de tal cosa.

-osea ¿que no me ves hermosa si no tuviera decoración alguna?-

-No!~ digo e.. eres hermosa solo que... Ah se..- sentí como un nudo atrapaba mi garganta y evitaba que pudiese decir algo siquiera.

-jajaja! Es una broma- el oír su risa proveniente de mi error, ni tarde en sentir vergüenza y a la vez felicidad; aquella extraña combinación por era mayormente por oírla reír de manera tan animada.

Una Penosa ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora