TPOH¦ Todos sabemos que halloween es el dia en que los fantasmas estan entre nosotros, sin embargo Joaquin no cree eso.
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Incluye smut, leelo bajo tu responsabilidad.
⚠️¡!Léanlo con el fondo negro o me pongo a llorar ¡! ⚠️
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Joaquín tomó la capa color negra la cual era parte del disfraz que usaría hoy, la ató a su cuello y se aseguró que está no cubriera el lindo croptop que se había puesto; tomó igualmente la diadema color negra con unos simples cuernos color rojos. Un disfraz demasiado cliché pero lindo.
Se acercó a su espejo y colocó un poco del brillo con sabor a fresa que le había regalado su hermana, terminó de acomodar su cabello y salió de su habitación.
Bajó las escaleras y se acercó a la mesa de vidrio que había en la parte central de la sala de estar, ahí había dejado sus llaves, su teléfono y el dinero que llevaría -el cual no eran más de cien pesos.-
Caminó hacia la cocina y pulso el interruptor haciendo que la luz se apagará, sin embargo un ruido proveniente del piso de arriba lo hizo saltar.
No era creyente de eso de los fantasmas, y solía decir que había una explicación lógica para la mayoría de "sucesos paranormales" que se sufría la gente, así que su experiencia lógica fue un simple "Seguro fue Mochi, debe estar jugando."
Abrió la puerta de la casa y antes de salir apagó la luz, cerró esta con llave y comenzó a caminar.
Para su suerte podía regresar todo lo tarde que quisiera e incluso llevar a algunos chicos a pasar el rato en su casa; Su madre no regresaría hasta al otro día ya que tenía turno de noche en el hospital donde trabajaba y Renata se quedaría en la casa de su mejor amiga.
Supo que había llegado a la fiesta cuando vio todos los autos estacionados en fila, había pequeños grupos de personas hablando con vasos de cerveza o de alguna sustancia en sus manos y algunos con cigarros.
Apresuró el paso, le entusiasmaba mucho entrar y disfrutar. Por algo las fiestas de Renata Guerra eran las mejores y gracias a su figura lograba conseguir acostarse con más de cinco chicos en una sola noche.
—¡Viniste! —sonrió Renata abrazando al chico —sabía que no te la perderías.
—Es mi oportunidad para dejar de ser el niño santo de mamá —sonrió con burla —¿en dónde hay algo para beber?
—En la cocina, ven te acompaño —ambos chicos comenzaron a caminar, sin embargo hubo algo o más bien alguien que llamó la atención de Joaquín.
El chico con rizos que estaba parado en las escaleras hablando con un grupo de chicos, este tenía un vaso con cerveza en su mano derecha y un cigarro en la izquierda.
—Toma, empieza con algo suave —Renata le entregó el vaso al chico quien simplemente le agradeció —Ven te presentaré a unos amigos.
Joaquín camino atrás de la chica, hasta llegar al lugar donde había una bola de chicos y chicas.
