Parte Única

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Escribí este pequeño One-shot de la duología Six of Crows porque amé a estos personajes y necesitaba más.

Si aun no la leen se las recomiendo muchísimo, me llenó completamente; solo les digo que si lo están leyendo este se ubica en la segunda parte de la duología, entre los dos últimos capítulos así que es probable que contenga spoilers.

Ahora sí, comencemos.

Kaz... Inej... Bardugo... ¡ACCIÓN!

QUÉDATE CONMIGO

Lo tomó de la mano sin importarle que un par de veces estuvieran a punto de caerse por la carrera que llevaban en el camino desigual a las orillas del puerto de Ketterdam, ella solo tenía ojos para las personas frente a ella. Su familia, sus amados padres, al fin después de años los tenía frente a ella.

-¡Inej! –gritó la mujer morena en vestidos coloridos que se popularizaban en el circo que tenían. Inej no respondió, solo se lanzó a sus brazos soltando momentáneamente a Kaz para al fin sentir a su progenitora cerca de su cuerpo, había extrañado su calidez, el latido de su corazón cerca del suyo. En algún momento ambas comenzaron a llorar.

-Mamá... -

-Mi hermosa niña –dijo la mayor estrechándola lo más fuerte que podía, sentía que si la soltaba desaparecería.

-Inej... -dijo su padre uniéndose al abrazo de las dos mujeres que más amaba en la vida –después de que te llevaron no hemos parado de buscarte, creímos que... -

-Aquí estoy papá, estoy bien –el hombre le limpió las lágrimas con el pulgar besando sus mejillas juguetonamente provocándole risas infantiles a la mejor informante de Kerch; fue una risa adicional la que los hizo despertar, Kaz se mostró incómodo al recibir la mirada de los tres Ravkanos.

-Lo siento, no quería interrumpir –dijo carraspeando la garganta, Inej había escuchado escasas veces desde que lo conocía esa risa carente de malicia o arrogancia. Le encantó.

Sujetó la mano de Kaz nuevamente arrastrándolo junto a ella lentamente mientras él realizaba pasos forzados sosteniéndose de su preciado bastón.

-Mamá, papá; les presento a Kaz Breakker, él es el que me ha ayudado casi desde que llegué aquí –el apodado "manos sucias" no lo llamaría ayuda exactamente, más bien ella era una compra suya pero no le diría eso a sus padres.

-Un gusto señores Ghafa –con los guantes puestos de nuevo, tomó la mano de la madre de su espectro para simular un beso en su dorso y aunque nunca llegó el contacto, ella se ruborizó un poco.

-Que caballerito tan amable, tu novio es agradable, cariño –dijo provocando un extenso rubor en la mejilla de ambos, pero más notorio en Kaz por su palida piel aunque buscaba mirar a cualquier otro lado para evitar la mirada inquisitiva del padre de Inej.

-Nosotros... bueno... -trataba de explicar la joven morena pero le era imposible sintiéndose tan nerviosa, no significaba que no deseara serlo pero ¿Kaz era de ese tipo de chicos? Era un malnacido, un ladrón, un embustero, un canalla pero... aunque no lo aceptara ella sabía que se había preocupado por cada uno de los indeseables: Nina, Jesper, Wylan, Matthias, e incluso podía asegurar que un poco por ella pero... aunque deseaba besarlo aquella vez que estaba curando sus heridas en aquel baño de hotel algo lo detuvo. Quizá simplemente no le gustaba tanto.

-No tienes que explicarnos –dijo para después abrazarla de nuevo –estoy feliz de tenerte conmigo otra vez –

-Ambos. No tienes idea –dijo su padre sacándole otra sonrisa.

Quédate ConmigoWhere stories live. Discover now