Han pasado ya 2 meses desde lo ocurrido y aun no he recibo el llamado prometido de ese tal Will, comienzo a cansarme y a creer que esto fue un error, a veces solo quisiera que fuese un sueño, pero luego pienso, ¿Para qué?.
Sinceramente, desde que ella se fue ya nada en mi vida tenía sentido, las habitaciones se sentían tan vacías y no había minuto que no me sintiera culpable por todo lo que pasó, no le di el tiempo que ella merecía por que la escuela y el trabajo nunca me lo permitieron, pero ella se cansó y se mudo con sus padres dejando atrás todo ese amor que nos teníamos, olvido todos esos momentos juntos que pasamos desde que nos conocimos, quería explicarle, arreglarlo, pero ella fue firme y solo se fue.
Tal vez no tenia tiempo para salir con ella, pero amanecer a su lado era todo lo que necesitaba en esta vida, después de ese día en el que la discusión nos sobrepaso a los dos, los amaneceres se hicieron fríos, me hacia falta su ruido en la casa como cuando se levantaba descalza hacia la cocina por la primera golosina que encontrará en el refrigerador, o cuando cantaba en la ducha, a veces me dedicaba canciones, pero tenia tantas cosas encima que ni siquiera la escuchaba. Que equivocado estaba, al despreciar cada minuto a su lado, y más que eran muy contados, pero no hubo marcha atrás y desde que partió lo único que me quedo de ella fue Nía, una pastor alemán que me había obsequiado hace 2 años como regalo de cumpleaños. Nía también sintió su partida, no se hallaba en la casa y solo se recostaba en la puerta esperando a su regreso, ella era la única que comprendía mi dolor, y me hizo compañía durante un tiempo hasta… ¡¡Que ese maldito monstruo me la arrebato!!
Ese día por la mañana, ella estaba demasiado inquieta con una mirada perdida hacia la maleza que había detrás de casa, a lo lejos en el bosque, tal vez sentía que algo rondaba la zona pero yo no le di la importancia, me fui al trabajo como era de costumbre pero en esta ocasión ella no se despidió, no quería que yo me fuera, pero ya se me había echo tarde, así que solo me fui.
Cuando llegue de noche a casa, fue tan extraño, no estaba en la puerta, ni en la sala, mucho menos en mi habitación, me preocupó y mucho, así que la busque por todas partes, pensé que alguien había entrado a casa y se la había llevado, pero al acechar en el patio note algo extraño en la cerca, parecía que alguien había irrumpido en mi propiedad, pero era como si algo mucho más grande que una persona había pasado por ahí dejando un gran boquete, de repente escuché unos quejidos y al investigar me percate que era mi querida Nía, tenia unos orificios enormes en el cuello, parecía una mordida, ¿Pero quien pudo causar esto?.
Inmediatamente se escucho un ruido a lo lejos, detras de los arbustos, rápidamente entre a buscar una lampara y mi rifle para acabar con esa criatura, sea lo que sea, aun estaba cerca. El odio invadía cada parte de mi cuerpo, me sentía impotente por no percatarme antes de su comportamiento y haber echo algo, ella era lo único que me quedaba en este lugar despues de que Kairi se fue, ahora ya lo había perdido todo, estaba solo, y es maldito iba a pagarlo, corri hacia el bosque sin parar, perseguía los ruidos de las ramas quebrajandose en el suelo por un rato hasta que me aleje demasiado de casa, no sabía a lo que me estaba enfrentando, me encontraba en medio del bosque de noche y no sabía que criatura estaba buscando, de repente, escuché un ruido a lo lejos, parecía el ruido de un león mezclado con el de un oso, fue demasiado extraño y a la vez me hizo pensar en la idiotez que estaba haciendo, estaba arriesgando mi vida, lo primero que debí hacer fue llamar a las autoridades para que tomarán cartas en el asunto, pero bueno, aun no era tarde, ¿verdad?
Saque mi celular e intente marcar a la policía forestal, pero cuando estaba ingresando al apartado de llamadas algo me embistió tirando mi celular al suelo, alumbre con mi lámpara y era una manada de alces que estaban dirigiéndose hacia mi. Eran demasiados, así que decidí refugiarme en el primer tronco que me encontrara, rápidamente lo hice y con mi lámpara intente encontrar mi celular, pero mientras buscaba me di cuenta que no solo alces estaban involucrados en esta estampida, también habían ardillas, zorros, lobos, entre otros animales que al parecer estaban huyendo de algo más. De pronto escuche un árbol derrumbarse no tan lejos de donde estaba, exactamente de donde venían todos los animales, cuando la estampida cesó, me levante para buscar la manera de salir de ahí y regresar a casa, pero… Aquel rugido ahora se escucho detrás mía, al darme vuelta una sombra gigantesca me estaba observando fijamente, empezó a acercarse, exhalando fuertemente mientras yo permanecía inmóvil, tenia que hacer algo, así que antes de que se acercara más a mi, quite el seguro a mi arma y me prepare para dispararle, pero justo antes que yo jalara el gatillo, esa maldita criatura me impacto con uno de sus brazos lanzándome por los aires y golpeándome fuertemente con un tronco, mi lámpara y mi arma cayeron al suelo, pero ahora la luz alumbraba hacia la criatura y pude verla, era un monstruo antropoide de dimensiones descomunales, tenía la piel obscura, con deformidades por todos lados y ahora se encontraba furioso, rugió fuertemente pero cuando estaba a punto de devorarme un destello iluminó todo el bosque.