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Eran las 4:30 y estaba sentada en el sofá, con mi manta y mi café en la mano. Mi cuerpo sentía un diminuto escalofrio cada vez las agujas del reloj se movían, causandome aún más nerviosismo. Celeste había salido y no volvería hasta la noche.
Me levanté decidida, dejé mi café aún caliente en la mesa, mi manta, arrugada, en un rincón del sofá.Me pusé mi gorro y cogí mi bolso. Estaba decidida a arreglar esto de una vez por todas.
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Estaba sentada en un banco del parque, todo era muy bonito: multitud de caminos llenos de flores, arbustos, matorrales y muchas plantas más de las que no conozco cuyo nombre. A mi lado había un gran roble, y a su lado una estatua. Comenzé a mirar más nerviosa aún el reloj, todavía no había llegado, estaba sola y por no decir que casi ni llego.
A lo lejos divisé un hombre corpulento, calvo y un tanto malhumorado; venía en mi dirección y no parecía detenerse. Cogí mi bolso y comenzé a caminar, huyendo cada vez más rápido... Oh no, esto no pinta bien. Este hombre no ha venido aquí por casualidad, algo pasa.
Aunmenté la velocidad de mi paso, giré al encontrar una alargada fuente, llena de patos que repiqueteaban sus patas a medida que yo más me apresuraba. Que hago, donde voy... son preguntas a la que no tengo tiempo para responder.
Vamos _____ , piensa, que se hace en estos momentos, necesito ayuda. Me escondí trás un árbol aunque no tardaría en encontrarme. Se oían pasos, acercándose... mi instinto me alertó.
<< Corre, corre si quieres salvar tu vida >>
Mi instinto humano me hizó correr, no sabía hacía donde corría, simplemente corría esperando a encontrar un lugar donde poder esconderme. A cada paso que daba, mis rodillas pesaban aún más, haciendome tropezar y volver a retomar el camino, ya no podía más..
Me escondí dentro de una cabina telefónica, le cerre y puse mi rostro contra la pared intentando solo por un instante, creer que esto es solo un sueño. Levanté la cabeza y marque con rapidez el número de Celeste, pero nada, no daba llamada... otra vez.. y otra y, o-otra... nada.
Salí de golpe de la cabina, corriendo a toda prisa, ya no sabía donde me encontraba, todo me daba vueltas, TODO... Me tiré en el suelo. Todas aquellas personas que pasaban al lado mía me miraban con lástima, pero nadie tuvo el suficiente valor como para parase a ayudar.
Mis piernas temblaban y mis dientes castañeaban. Por todo mi cuerpo, sentía pinchazos a causa de el tan esfuerzo físico había realizado...
- Perdone señorita, ¿qué le sucede?- Una anciano, alto, delgado y de tez muy blanca se agachó.
- Podría ayudarme, un señor me busca, no se lo que quiere ni porque pero no me gusta nada. Ayúdeme.
Mi cuerpo tomó un respiro, estaba a salvo.
- Con gusto, ahora le llevaré conmigo.- Me tendió la mano- Acompañeme- Acepté.
Me incorporé y me sequé la nariz. El anciano me cogió la mano con delicadeza y me arrastró por la calle, llegamos a una pequeña callejuela y nos introducimos, las facciones del ancino se tensaron; algo no iba bien.
- Perdone, ¿a donde vamos?- Pregunté amablemente. El anciano me cogió del brazo y me estampó contra la pared, haciéndome abrir los ojos de la impresión. Estampó su puño varias veces en mis sienes, haciendo que mi mundo diese vueltas, ahora lo repitió varias veces en mi estómago haciendome escupir. Me sacudió e hizo un gesto con el brazo. Aunque mis ojos estaban entreabiertos pude ver que dos hombres más se acercaban a mí, me cogían y me cargaban.
- Señor que hacemos con ella, esperamos a que él acuda o la matamos.
- La necesitmos con vida imbécil, sino él no aparecerá. Debemos hacerle pagar por todo, será nuestro cebo, así sabrá con quien juega.
Oh no, que es esto, porque me quieren a mí... ¿que tengo yo de especial?. Yo no pertenezco a nada, ni conozcno a nadie que...
NIALL
- ¿Y la amiga?
- Mmm... Lo pensaré cuando la situación este controlada.
¿Donde vamos?, me duelen mucho los ojos y ya casi no puedo reconocer quien habla.
-De acuerdo... Pero y el señor Gérard, que pensará si esta vez, no conseguimos lo encautado.
-Quizás tenga que ir con sus propias manos a matar al muchacho. En cualquier caso, no entiendo porque nos manda estos " recaditos ".
- Ya.. Quizás el chico sea más peligroso de lo que parezca.
¿Niall peligroso?, pero si no es capaz ni de matar a una mosca... no lo entiendo, la verdad. Sentía desde hacía ya rato que me habían introducido en un coche, por el ruido, pero... no se como saldré de aquí con vida.
-Posiblemente. Lo mejor será llevarla ante Gérard y despues veremos si nos sirve o no.
Noté como paramos, abrían una puerta y despues de un par de golpes que ya, ni siento, me cargaron, calculo, durante 2 minutos y me dejaron en algo blando, ¿una cama?, el ruido se alejó con un golpe en seco, quizás una puerta. Aún se oían sus voces desde donde estubieran:
- Tú y número 4, vigiladla hasta que termine vuestro turno, despues...- No oí más, supuse que se percató de mí.
Aquella voz anciana desaparecio con unos pasos, entonces otra nueva voz apareció.
- 3, ¿sabes algo de la chica?- Pregunto una voz ronca.
- Sí, al parecer fue una ex del muchacho, una pena la verdad, si no lo hubiera conocido quizás no estubiera aquí. Tambien, es estudiante y comparte piso con otra individua de su edad, llamada Celeste.
- El chico es solo un cantante famoso, la verdad, no creo que pudiera hacer enfadar tanto a Gérard como para mandar traer a esta chica.
Genial- Pensé. No tengo ni idea de donde estoy, ni soy capaz de alzar los ojos, ya no me quedan fuerzas. Todo mi ser estaba destrozado, mi cuerpo lleno de dolor y había un cierto olor a sangre. Mi mente está aturdida, esto no me puede estar pasando a mí... No.. Porque a mí... Debo de estar soñando, eso es, pero...
Esto duele, duele y mucho.
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Hola mis querid@s lectores, estoy aquí de nuevo para dar guerra y mucha. En fin, como les prometí, intentaré subir 1 cap. por día.
¿Como les pareció el capítulo? Interesante no? Les esperan capítulos así y mejores.
un besazo,
luci_love_ashton
