T R E S

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Nunca había vivido una situación así, muchas veces estuve en el hospital ya sea por acompañar a amigos o familiares o mismo porque yo he estado enferma, pero nunca había presenciado que alguien pasara por tantos altibajos estando en una sala de hospital, desde la bacteria pasando por los efectos secundarios del medicamento hasta lo que vino al momento de la cirugía. El tercer día en el hospital no paso mucho, pero el cuarto cuando finalmente iban a extraer la bala todo volvió a complicarse, si bien no tenia infección los estudios que antes le habían hecho para ver la profundidad de la bala no estaban del todo correctos y tuvieron que demorar más al extrae la, lo que llevo a que perdiera más sangre de lo que debía. Las enfermeras entraban y salían de la sala cada dos segundos, una de ellas se encargó de explicarnos lo que sucedía y al terminar de hablar nos pidió que la siguiéramos a ella y a una de sus compañeras para ver si alguno de nosotros éramos compatibles para una transfusión de sangre, ya que en caso de que ser necesario deberían hacer una. Cuando íbamos en camino la madre de Fernando comenzó a dirigirse hacia mi en un tono despectivo, primero no quería que vaya a su lado y luego comenzó a gritar, decía algo como que todo esto era mi culpa, que yo no debería estar en ese hospital, que por mi culpa su hijo había ido a ese lugar y había recibido esa bala. No entendía el porque ese ataque hacia a mi así de repente, pero si algo sabía es que me dolía, y mucho porque sabía muy bien que parte de eso era verdad. Él odiaba ese tipo de lugares, odiaba el bosque y el estar alejado de todo por un período tan largo como el que pasamos allí; agregando que parte de la discusión que nos hizo dormir en cuartos separados esa noche fue porque él ya no soportaba estar mucho más tiempo en medio de la nada. Había una silla en la esquina del pasillo y fui corriendo hacia ahí para luego largarme a llorar mientras pensaba en todo lo que había sucedido nuevamente, una de las enfermeras me siguió y se quedo conmigo mientras la otra siguió junto con el resto de la familia de Fernando y los perdí de vista al momento que doblaron el pasillo.

-Es importante que no te culpes, se lo que dijo e imagino lo que pudo llegar a doler, pero es el momento, las circunstancias por las que están pasando te hacen creer que todos son culpables de lo que pasó . Todos son culpables menos vos porque no hiciste nada, eso te lleva a pensar la desesperación, te nubla y no te deja ver que vos podrías ser igual de culpable por no haber hecho nada -Las palabras que salieron de la boca de aquella enfermera fueron como una especie de "mimo al alma" realmente lograron calmarme.

Luego de lo que dijo me guió hacia una sala para hacerme las pruebas de compatibilidad y me llevo de vuelta a la sala donde se encontraba Fernando.

-Gracias por todo -Fue lo único que pude decir -Verdaderamente gracias.
-No tienes porque agradecer -Respondió en tono afable mientras acarició mi hombro, luego me dedico una sonrisa y se perdió entre la demás gente que pasaba por alli.

Obviamente tenía sus cosas que hacer, estaba en su trabajo, pero cuando se fue pude divisar que a lo lejos se acercaba hacia mi la madre de Fernando junto con sus otros dos hijos y desee por un momento que la enfermera se hubiese quedado a mi lado para no volver a derrumbar me frente a los ataques de esa señora. Al estar en frente mío su cara fue de asco total, obviamente no me quería allí y no hacía nada para disimular ni un poco lo que sentía.

-Apenas mi hijo salga de la sala de operaciones quiero que te vayas de aquí -Ordenó. -No me encuentro bien como para armar un escándalo y mucho menos para presenciar otro de tus berrinches como el de hace un rato, cuando te echaste a llorar y dar lástima ¿Recuerdas no?
-No entiendo yo que le hice para merecer ese desprecio, por una vez en la vida acepte que si él decidió dejar de verla a usted no fue culpa mía si no suya, y que tal vez si usted no hubiera querido controlar tanto su vida y con quien andaba y dejaba de andar hoy por hoy estaría aquí con todos nosotros. No habría tenido porque escaparse de sus garras, ni haber ido tan lejos de casa para poder pasar un buen momento. - Lo que dije no fue para intentar dejarla mal parada, solo era un intento de ponerla en su lugar, tenia razón en todo lo que decía. Desde el día que comencé mi relación con su hijo se encargó de hacer todo lo posible para que él me dejase, y como no logro su cometido lo corrió de su casa y no le permitió volver hasta que no se "desisiciera" de mi.
-Sabes bien el motivo, nunca me gustó la forma en que conseguiste salir con el, tú obsesión con él no paro hasta lograste atraparlo; porque a mi no me convence esa idea de que sólo eras una simple fan que lo apoyaba y por eso él mágicamente te vio y se enamoró de ti, con ese cuento a otro tonto que se lo crea. -Y así como si a la persona más desagradable del mundo se estuviera refiriendo dio media vuelta con aires de grandeza mirándome desde abajo hacia arriba con aires de desprecio.

Juro que intente defenderme, pero sabía que si soltaba alguna palabra las lágrimas comenzarían a brotar de mis ojos otra vez y era lo menos que quería, mostrarme débil ante ella otra vez le darían más razones para atacarme y menos aún quería eso.

De todos modos los hermanos de Fernando la abrazaron y se la llevaron lejos, (por suerte). Aunque fue solo por un momento, cuando apenas se habian alejado dos metros, salió un doctor de la sala donde estaba Fernando llamando a los familiares que estuvieran cerca. Era para comunicarnos que al final todo había resultado bien y no habían sido necesario hacer ninguna transfusión de sangre ya que lo habían hecho lo más rápido posible.

Esta vez si lloré, pero fue de felicidad al ver como lo sacaban en una camilla y lo llevaban a una sala de cuidados donde el médico nos comentó que lo tendrían en observaciones hasta que despertase.

|Stalker| Fernando TorresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora