canvas «shin soukoku»

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Atsushi había pensado por mucho tiempo y duramente sobre esto. De hecho, había sido idea de Dazai incluso si no había sido totalmente serio al principio...

Ahora él estaba ahí, parado frente un local de tatuajes.

Se comenzó a sentir un poco nervioso cuando miró las fotografías de hombres y mujeres con mangas de obras de arte en su piel. Le hizo pensar sobre que quería el suyo pero seguía sin tener ideas.

Todo lo que sabía era que él quería eso cubierto.

Él no era creativo de ninguna manera, así que estaba esperando que el artista le pudiera ayudar.

—Akutagawa Ryunosuke —llamó. Él era conocido por sus diseños de tatuajes intrincados que capturaban los ojos de las personas inmediatamente, y los diseños que había visto Atsushi online solo podían ser descritos como hermosos y fascinantes.

Con pasos dudosos entró a la tienda.

Él solo esperaba que saliera de ahí con algo que le hiciera sentir más feliz.

~ ~ ~

—Buenas tardes —murmuró Akutagawa cuando el chico entró. No hizo contacto visual con él (nunca le gustó, nunca lo hará), pero simplemente siguió dibujando en su libreta.

En ese momento no había otro cliente en la tienda debido a la solicitud particular de éste.

—Um...hola...—murmuró.

Ah.

Así que era uno de esos tipos.

¿Y si él había solicitado una cita privada porque sabía que gritaría como un novato? Las personas con dinero podían permitirse pedir por sesiones privadas, sin embargo, no podían permitirse que los vieran lloriqueando.

Para alguien que era suficientemente rico como para hacer esas cosas, el chico lucía excepcionalmente ordinario.

— ¿Atsushi Nakajima? —preguntó mirando el papel que Gin le había dejado más temprano.

El chico asintió.

—¿Tu eres... Akutagawa? —

—No hay necesidad de ser tan vacilante, esta es mi tienda después de todo —

—Ah. Cierto. Lo siento —murmuró Atsushi.

—Así que, Nakajima-kun... ¿es esta tu primera vez haciéndote un tatuaje? —

—Llamame Atsushi, por favor —murmuró el chico. Después miró al piso debido a su sentimiento de incomodidad —Es mi primer tatuaje —confirmó —M-me gustaría cubrir unas cicatrices.

Akutagawa detuvo su dibujo —Eso explicaría la solicitud de una cita tan privada.

Atsushi asintió.

—Bien, veamos qué puedo hacer. ¿De qué tamaño estamos hablando? ¿Algo en tu tobillo, muñeca, brazo...? —adivinó. Esos eran los lugares más comunes para pequeñas cicatrices.

Su intención nunca fue lastimar al otro chico, considerando que siempre intentaba tratar de hablar con cuidado sobre el tema. Pero aun así por una razón el chico frente a él seguía tenso.

—Es...un poco diferente a eso —explicó —Yo pensé...ah, bueno, de hecho un amigo fue el que me hizo esta cita como un regalo. Pensé que él te habría dicho al menos un poco.

Hubo un silencio por unos segundos.

— ¿Te debería enseñar? —

—Sería más fácil —Akutagawa respondió —Pero tómate tu tiempo —agregó inmediatamente. Él no tenía intención de que el otro se sintiera cohibido por su cuerpo. Se sentía familiarizado con ese sentimiento y no deseaba hacer sentir a otro de esa manera.