Capítulo 07
Abigail se había puesto celosa de Niall, súper celosa aunque no lo quisiera admitir. Esa chica era un mar profundo y misterioso de celos, aunque no lo quisiera aceptar, yo lo sabía. Siempre decía que pasaba más tiempo con Niall que con ella y yo siempre lo negaba, pero era verdad.
Si, era como, violar la regla numero uno de mejores amigas: “nunca cambies a tu mejor amiga por algún c...hico” y me sentía mal por eso.
Yo amaba a Abigail muchísimo, ella era mi mejor amiga desde niñas, mi casi hermana, mi pedazo de siamés separado al nacer y siempre lo sería, siempre iba a ser mi mejor amiga –o, bueno, hasta que esos meses terminaran– ella siempre me apoyaba en todo y era una estupenda amiga, la mejor de todas. Pero con el tema de la lista era completamente diferente, de hecho ella ya lo había olvidado.
Pero Niall era simplemente sorprendente, él no solo me apoyaba con la lista sino que me exigía casi todos los días que cumpliera algún punto. Y aunque tenía apenas unas cuantas semanas de conocerlo, realmente parecía mi amigo de toda la vida, le había tomado muchísima confianza. No había un solo segundo que no sonriera cuando estaba con él, no había un momento de silencio incomodo cuando estábamos juntos. Hablábamos todo el tiempo y nos callábamos cuando debíamos de callar, y no se sentía mal, no me volvía loca pensando en algún tema para hablar rápidamente y deshacer el horrible nudo del silencio, solo me quedaba tranquilamente callada viéndolo a los ojos y sonriendo porque sabía que aunque no estábamos diciendo nada, el solo hecho de estar juntos ya era algo importante, ya se sentía bien.
—vamos, solo acepta que te gusta —insistió Abigail.
Estábamos acostadas en mi cama, yo tenía mi cabeza recostada en sus piernas y ella estaba recargada en el respaldo de la cama.
—No me gusta —renegué una vez más— es guapo y divertido y genial y todo eso. Pero no… Ya sabes que no me puede gustar nadie y yo no quiero que nadie me guste
— ¿No entiendes aun? No puedes evitar que te guste —abrí el esmalte rojo y empecé a pintar las uñas de su mano izquierda, decidida a ignorar un poquito el tema— el chico es perfecto para ti
—sí lo es —suspiré— pero no me puede gustar, aparte, hace días me contó que le gustaba una estúpida tipa de Londres
— ¿en serio? ¿Te contó cómo es ella? —me preguntó asombrada.
Terminé con esa mano y tome la derecha.
—ya sabes, alta, delgada, rubia, ojos azules, linda y dulce, toooooda una señorita perfección —contesté con los dientes apretados.
Ella era todo lo que yo no era y que jamás sería. Era todo lo opuesto a mí. Era más que obvio que a él le gustaría alguien así. ¿O que, acaso estaba esperando que se enamorara de mi, la chica bajita, la chica graciosa, la chica rara, la chica torpe que nunca dice nada serio, que no sirve ni siquiera para cumplir sus estúpidos sueños? Pues no, obviamente no iba a pasar jamás. Nadie nunca se enamora de chicas así.
—agh, que común —se quejó ella. —Pensé que él tendría mejor gusto.
—De seguro la chica es hermosa —murmuré más para mí misma que para ella.
Estaba toda tensa y enojada, estaba lista para golpear a alguien, se podría decir que el tema no me agradaba del todo.
Mi celular vibró en la cama, cerré el esmalte y tomé el celular. Era Niall.
—Hola —contesté con una sonrisa. Me senté rápidamente y arreglé mi cabello como si él lo fuera a ver.
—hola ¿Cómo le va hoy, señorita? —me preguntó con su hermoso acento que por teléfono se escuchaba aun más sexy. Reí suavemente.
—muy bien, señor ¿A qué debo su adorable llamada? —traté de hacer un acento como el suyo pero supongo que no me salió porque él empezó a reír.
—bueno, estoy muy aburrido. Demasiado —se quejó. — mi tía salió con Liliam y me dejaron solo, triste y abandonado.
—Oh, pobrecito —Abigail no me quitaba la mirada de encima. Una mirada que gritaba “te gusta, te encanta y yo lo sé”— estoy con Abigail en mi habitación haciendo nada ¿Quieres venir?
—oh bueno, si tanto insistes, ya voy para tu casa
—Está bien, aquí te esperamos —colgué con una sonrisa y Abigail rió.
—te pones roja cuando hablas con él, no dejas de sonreír, te conozco desde hace 11 años, niña. No me puedes mentir, te encanta Niall.
No, no y no, duh, claro que no me gusta, porque bueno, no me puede gustar él, ni nadie más tampoco. Pero menos él.
—pues, si —me encogí de hombros —pero yo jamás le gustare a él ni seremos novios así que será mejor que dejemos el tema.
—Linda, claro que pueden ser novios —puso su mano en mi brazo— no te cierres al mundo, no te abstengas de ser feliz…
La puerta de mi cuarto se abrió de repente y Brad entró como Juan por su casa.
— ¿Que no te enseñaron a tocar? —pregunté sarcástica. Me ignoró vilmente, se aventó a la cama y se puso encima de Abigail. Ellos empezaron a besarse y yo a sentirme muy incómoda. —Controla tus hormonas, hombre, estás en mi cuarto y en mi cama
—Te puedes ir yendo —murmuró.
Abi solamente se rió y comenzaron a besarse de nuevo. El timbre sonó.
—Pues me voy —me bajé de la cama y me quedé viéndolos con asco imaginando las cosas que podrían llegar a hacer si los dejaba solos— no hagan nada impuro en mi pobre cama ¿De acuerdo?
Salí de ahí corriendo, tratando de despejar mi mente. En lo último que quería pensar era en mi hermano y mi mejor amiga haciendo algo impuro en mi cama.
Abrí la puerta con prisa y Niall sonrío.
—Hola —besé su mejilla— ¿Qué tal si vamos a caminar o algo?
— ¿Peleaste con tu hermano? —preguntó preocupado. Era tan lindo cuando se preocupaba por mí que no pude evitar sonreír.
—No, es solo que él y Abigail están muy ocupados si sabes a lo que me refiero —moví mis cejas. Él rió.
—Dejemos que se diviertan entonces—dijo. Me colgué mi morral y cerré la puerta con seguro—vamos por mi auto
—no, caminemos. No seas flojo Niall —golpeé su brazo despacio. Él me rodeó con un brazo y se recargó en mí.
—Cárgame —pidió. Casi me caigo, el tipo estaba pesado.
—de acuerdo. Sube a mi espalda —dije. Niall se alejó de mí y me miró con los ojos entrecerrados. —Es en serio, si te puedo.
—Está bien —se puso en mi espalda y rodeó mi cuello con sus grandes brazos. Por un momento pensé que sí se subiría a mi espalda, pero solo puso su cabeza en mi hombro y besó mi mejilla de la manera más tierna del mundo. —Mejor tú sube a mi espalda —susurró en mi oído. Me empezaron a temblar las rodillas.
—así está mucho mejor —murmuré toda temblorosa. Me soltó y se puso enfrente de mí. —Eres muy alto Niall.
—si fuera enano te quejarías también. Eres muy exigente, mujer —reí y pasé mis brazos por sus hombros cuadrados. Salté y enredé mis piernas en su cintura. Él puso sus manos en mis piernas para sostenerme y así empezamos a caminar un rato.
Se sentía estupendo caminar así con él, pegada a su cuerpo, respirando su perfume y disfrutando las miradas venenosas de las chicas que nos veían.
Llegamos a un parque que estaba a solo cuatro cuadras de mi casa, era más bonito y grande que el otro. Nos sentamos en el piso debajo de un árbol para que nos diera sombra. Los niños corrían de un lado a otro, jugando, sin preocupaciones ni tristezas. Habían parejas sentadas en las bancas, tomados de la mano, disfrutando del amor, haciendo a los solteros sentirse miserables. Y ahí estaba yo, con ese chico perfecto sentado a mi lado. Pero no era mío y nunca lo sería.
— ¿En qué piensas? —preguntó de repente. Se recargó en el tallo del árbol y me miró fijamente —estás muy callada, algo raro en ti
—en nada… Sólo…—suspiré. —Estoy distraída, estoy cansada. Mañana iremos a otro hospital, me sacaran sangre de nuevo. Me dejaran seca un día de estos.
—es tonto de parte de Brad, tonto y desconsiderado.
— ¿Qué cosa?
—Tenerte viviendo de este modo —dijo de nuevo con ese tono molesto, como siempre que hablábamos del tema. —Últimamente he estado muy tentado de ir a decirle unas cuantas cosas a tu hermano. Está bien que no te quiera perder, lo entiendo, pero realmente se está pasando.
—lo sé, pero ponte a ti mismo en su lugar. Perdió a mis padres y ahora está a punto de perderme a mí también, él solo está haciendo todo lo posible para que yo no muera.
—pues, si —suspiró y me miró con ternura.
— ¿Sabes qué? Me haré un tatuaje, con tu primo —bromeé.
— ¿En serio?
—No —admití y reí un poco— pero desearía poder hacerme uno.
—Bueno, deja de decir “desearía” y empieza a decir “voy a hacerlo” —me tomó una mano y la apretó fuerte— promete que harás las cosas de tu lista
—No sé, Niall —vacilé un poco— no es que no quiera, es que no puedo
—nunca sabrás si nunca lo intentas. Sabes que yo siempre te apoyaré en todo y si quieres que te ayude con algún punto yo estaré contento de hacerlo —sonreí y lo abracé fuerte.
—me convenciste con tu dulzura. Intentemos lo del tatuaje ¿Donde está tu primo?
— ¿Ahora si es en serio? —preguntó emocionado. En cuanto asentí se levantó rápido, con mucha prisa, y me ayudó a pararme. —Vamos por mi auto. Me tomó de la mano y antes de que pudiera pararlo me llevó corriendo hasta su casa. A más de cuatro estúpidas cuadras que parecían interminables.
Vaya que era rápido el muchacho, sus mejillas se ponían rojas y se veía más lindo. Pero yo nunca, jamás corría tanto y me cansaba con mucha facilidad.
Un niño obeso de 13 años tenía más condición física que yo.
Cuando por fin llegamos a su Audi me estrellé contra él y me quedé ahí recostada en el cofre caliente tratando de recuperar el aire. Ya no daba para más, sentía que el pecho se me cerraba.
Niall me abrió la puerta y me metí al auto. Busqué en el morral mi inhalador. No era que ya me estuviera dando un ataque de asma pero eso me ayudaba a no sentirme peor. Esa pequeña cosa de verdad ayudaba. Antes solía estar inhalando esa cosa todo el tiempo, solo por diversión.
Se sentía bien, era como si se te abrieran los pulmones o algo así.
— ¿Eres asmática? —preguntó Niall sin dejar de mirarme con cara de espanto.
Yo guardé eso de nuevo en mi morral y le sonreí.
—no. Bueno si, pero no pasa nada.
— ¿Como que no pasa nada? Lo siento, no debí haberte hecho correr —se dio un manotazo en la frente. Un manotazo fuerte. —Lo siento mucho
—ya deja de preocuparte tanto, estoy bien
—no, lo siento. Es que soy muy tonto —se estaba tomando aquello demasiado en serio, ni siquiera había pasado nada.
—Ya lo había notado —me reí, él relajó su expresión y rió conmigo.
Todo el camino me fui secando el sudor de mis manos en mi pantalón negro. Estaba asquerosamente nerviosa.
¿Y si me duele mucho? Bueno no creo que me duela tanto, Niall ya tiene dos tatuajes, eso quiere decir que se hizo uno y después se hizo otro porque no estuvo tan mal ¿O se los habrá hecho al mismo tiempo? Ay, no lo sé, bueno él es mi mejor amigo ¿Cierto? Él no me mandaría a hacer algo que me dolería mucho. Él sabe que no va a doler, porque a él no le dolió. Aunque bueno, yo soy mujer y él es hombre.
Vaya, que conclusiones tan pendejas estoy sacando.
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La Lista Perfecta (Niall y tu) Terminada
RomantizmLa Lista Perfecta (Niall y tu) Terminada No es mia la novela es de una pagina de Facebook Si quisieran adaptarla o modificarla solo avísenme Espero que les guste :)