No me sueltes

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Valeria estaba comenzando a hacer su cena cuando escuchó el timbre de la puerta. Por un momento se molestó, pues pensaba eran unos vecinos cobrando el dinero de una cuota especial del condominio, no estaba de acuerdo en pagarla, pero ni modo, con retrasar el pago no se libraría de ello.

Se limpió las manos, buscó el dinero en la cartera y luego abrió la puerta con cierta molestia, pero se llevó una gran sorpresa cuando vio que quien estaba afuera era Julia.

Hola _ Saludó Julia con una sonrisa en sus labios.

Hola ... no te esperaba _ Dijo un poco confundida por esa visita inesperada.

Lamento llegar así sin avisar ... pero necesitaba un respiro.

No hay problema, pasa _ Le abrió espacio para que entrara al apartamento - ¿Ya comiste? Estoy empezando a hacer la cena.

No, no he comido ... y estoy hambrienta la verdad _ Confesó mordiéndose el labio inferior con un poco de pena.


Valeria se carcajeó por esa expresión de niña de Julia, pero no sin antes deleitarse con ese pequeño gesto que la hizo querer besarla y que al instante de pensarlo, se sacudió mentalmente por ello.

Ven, acompáñame a la cocina.


Valeria retomó su tarea de picar el aliño para la comida, mientras Julia se sentó frente a ella en el mesón del kichinet.

¿Cómo estás? _ Preguntó Valeria al ver la mirada perdida de Julia.

Bien ... bien _ Respondió sin mucha convicción.


Valeria terminó de picar las cosas y antes de continuar con la tarea pendiente, fue hasta su despensa y sacó una botella de Vodka. Sirvió dos vasos y le dio uno a Julia.

Gracias.

Lo necesitas.

¿Tanto así se nota? _ Preguntó desconcertada.

A mis ojos, sí ... Salud _ Levantó su vaso y esperó hasta que Julia la imitara y chocaran sus vasos ligeramente.


Valeria retomó la cocina esperando pacientemente a que Julia comenzara a hablar.

¡Estoy embotada! _ Dijo finalmente con cansancio. - Mi mamá y mi suegra no me sueltan ni un minuto del día, cuando no me llama una, me llama la otra. Citas, pruebas, selección de cosas ... ¡estoy harta! Sólo quiero que me dejen respirar _ Descargó sin parar. - Para venir para acá tuve que apagar el celular, sino estaría reventándose con la repicadera ... no me dejan ni a sol, ni a sombra y ya estoy al borde.


Su voz denotaba desespero e impotencia. Sus ojos humedecidos expresaban lo cansada que estaba de toda aquella locura. Y el tomarse el trago de un solo sorbo, gritaba la necesidad de escape que tenía. Algo no andaba bien.

Valeria volvió a servirle otro trago y se sentó frente a ella con la mirada fija en su rostro. Pudo ver el ensombrecimiento debajo de sus ojos y las pequeñas líneas de expresión que normalmente no estaban en el borde de ellos. Definitivamente algo la tenía preocupada e inquieta.

¿Qué te pasa Julia? _ Preguntó con preocupación.

Lo que acabo de decir ... estoy embotada de todo esto.

Eso lo escuché, pero quiero saber qué hay debajo de esas palabras.

¿A qué te refieres? _ Frunció el ceño sin entender.

Sin Compromiso Where stories live. Discover now