Little One.

Adora suspiró, llevando sus manos hasta su hinchado vientre, tenía aproximadamente ocho meses y medio de embarazo, habían sido los más difíciles de su vida, desde sus constantes cambios de humor que ni ella misma comprendía hasta la incomodidad del peso ganado, no podía moverse bien y eso la frustraba y es que, ella siempre había sido alguien por demás atlética y activa, ahora le costaba trabajo inclusive levantarse del sofá.

No es que no le gustará la idea de tener al bebé, diablos no, ¡Ella amaba la idea! El tener un pequeño ser que compartiera con Catra, ¿Como no iba ella a amarlo? Sería lo más hermoso que pudiera sucederle, aún después de sufrir nueve tortuosos meses como aquel.

— "Está bien"—  pensó, dando una caricia más a su vientre. — "en unos cuantos días acabará todo esto"—

Adora suspiró, su línea de pensamiento viajo entonces a quien era su compañera en todo esto, Catra había estado un poco distante las últimas semanas, no queriendo entablar ninguna conversación en torno al bebé ni nada parecido, cambiaba rápidamente la conversación o anunciaba que tenía algo importante que hacer y se marchaba.

Adora estaba preocupada, ella añoraba esto desde que se había enterado que era posible, y al inicio Catra se veía igual o más esperanzada, fue la primera en saltar a abrazarla cuando de hecho, la reina había afirmado la gestación de su pequeño, y ahora?

Tenía miedo, un profundo miedo al hecho de que Catra se hubiera arrepentido de la desición que habían tomado, sabía que preocuparse no le haría bien al bebé, se lo había advertido la reina Glimmer muchísimas veces en su primer mes, y se lo seguirán repitiendo aún ahora, pero no podía evitarlo, le preocupaba Catra, le preocupaba bastante.

Respiro con algo de dificultad, ¿Porqué le dolía tanto?.

Catra se encontraba paseándose por los alrededores de Bright Moon, una pequeña aldea se había instalado al rededor del castillo tiempo después de que la Horda había sido derrotada años atrás, ahora se extendia hasta los bordes de los Whispering woods, mucha gente de diversas razas la saludaban y miraban pasar, realmente no le interesaba, estaba demasiado perdida en su mente para prestar atención a otra cosa.

Un impacto sordo la hizo caer, levantando la mirada se encontró con la fornida espalda de un moreno, el corte de cabello y la complexión le permitió saber con rapidez quién era.

— ¡Catra!— mencionó Bow, los años le habían sentado de buena manera, una barba de candado se mantenía sobre su rostro y una antigua cicatriz, cortesía de la batalla más grande contra la Horda le cubría parte del rostro, el moreno extendió una mano para ayudar a levantar a la felina, años atrás Catra se habría negado rotundamente, vociferando que no necesitaba ayuda de nadie, sin embargo ahora con los años pasados no podía negar que Bow sería el único, además de Adora, a quien permitía verla siendo un poco más considerada.

— Gracias— musitó poniéndose de pie, notó entonces un par de ojos curiosos extra que la miraban fijamente.

Tapfer, el hijo de Bow y Glimmer estaba en un gracioso cangurero atado al pecho del arquero.

— Hey, Tapfer— mencionó la menor, causando un grito de alegría en el infante, Catra sonrió de lado, le agradaba el pequeño.

— ¿Qué haces por aquí? Pensé que estarías el día con Adora— preguntó el moreno, Catra volteó la cabeza.

— Realmente necesitaba salir un poco— contestó.

— ¿A qué se debe?, Pensé que estarías emocionada, ¿No está Adora en el último mes?—

— Ese es el problema— soltó, comenzando a caminar, Bow la siguió de inmediato, tratando de mantener los odios en línea con lo que decía, Catra solía ser algo difícil de entender cuando de soltar sus inseguridades se trataba.