Una noche |Joerick|

01

Joel

El lunes por la mañana me levanto muy de buenas.

Haré todo lo posible para poder conseguir su número, supongo que alguien de la escuela lo debe conocer.

Agarro mi mochila y me dirijo  a mi auto.

Últimamente he estado pensando mucho en él, no sé porque.

Es la clase de personas que no esperas conocer,  pero llegan.

Ojos bonitos, sonrisa bonita y todavía no olvido lo suave de sus manos.

Entro a mi salón y me voy a sentar con Rose, mi novia.

—¿Por qué no fuiste al baile tú?

—Dos puntos perdidos, no hay problema, sé que tendré que repetir año.

—Que difícil, ponte a estudiar, sino no tendrás un buen futuro.

—¿Buen futuro? ¡Ja! ¿Qué no eres tú quien le dijo al director que te gustaban los pitos y sepa que tanto? Andar de inmoral tampoco es un buen futuro.

—Lo hice para que me dejara en paz.

—ah, por eso también bailaste  con su hijo.

—No sabía que iba resultar así, así que no me reclames nada, si hubieras ido hubiera sido otra cosa diferente y baile con su hijo porque si no  lo hacía iba perder puntos, y yo si quiero llevar bien mis calificaciones.

—¿Podemos olvidar todo?

—Olvídalo tú, ya que iniciaste el tema tan estúpido este.

Ella me voltea los ojos.

Suspiro y saco mi cuaderno cuando veo entrar al profesor.

Las siguientes horas fueron aburridas, ocupo ese número y no sé cómo conseguirlo.

Empiezo a hacer ruidos con mi boca, tengo un plan y sé como llevarlo a cabo ya.

Empiezo a pegarle a la mesa de mi asiento y la maestra voltea.

—¿Algún problema, Pimentel?

—No.

—¿Por qué estás haciendo ruido si estamos en clase?

—Por que sí.

—Sabe que, no andaré batallando con usted, valla a la dirección.

Perfecto.

Camino rápido y llegó hacia el director.

Toco la puerta y me da el "pase".

—¿Qué pasó Pimentel?

—Mire, fíjese que me mandaron acá solo por hacer ruido, esa maestra es una maestra muy injusta, y no hice ruido para distraer, solo fue por accidente.

—Mmm—habla parándose— iré con ella, la traeré acá y arreglaremos asuntos, no te muevas de este lugar.

—Está bien.

—Ahora vuelvo.

Sale de la puerta y es hora.

Agarro su teléfono y rezo para que esta desbloqueado.

Muevo el dedo sobre la pantalla.

Sí esta.

Me meto a contactos y empiezo a buscar su nombre.

—Tiene muchos contactos—me digo a mi mismo para poder apurarme.

Escucho los tacones de la maestra acercándose así que el director ha de venir con ella.

Encuentro el número y le tomo una foto rápida desde mi teléfono.

Dejo el teléfono en su lugar y me vuelvo a sentar.

—Señor Pimentel, hable lo que me acaba de decir.

—Perdón, mentí. Sí hice ruido pero no sé vuelve a repetir.

La maestra me mira entrecerrando los ojos.

—Vallase a su salón—habla el director.

Camino tranquilo porque ya tengo lo que ocupaba.

Su número.