El sonido molesto e irritante del canto de las aves por la mañana, había entumecido los oídos del pequeño rubio, que a causa de ello, se tuvo que despertar de su fantástica y maravillosa siesta que estaba teniendo, donde soñaba que había vuelto a ver aquella estrella que le pidió el deseo de convertirse en humano y que extrañamente desde que lo hizo no se ha vuelto a ver otra vez desde entonces.
Jimin lo tomó por alto aquello, y se quitó con el dorso de su mano los pequeños restos de lagañas que habían quedado alrededor de sus ojos para abrir bien estos últimos, y con flojera sus ojos se fueron abriendo poco a poco, intentando no molestarse con la luz del sol que se asomaba por la ventana.
Jimin bostezo y después de aquello se levantó, como en todas las mañanas, Jungkook no estaba, pues se iba a trabajar desde muy temprano, y le tocaba a Jimin quedarse solo, pero solamente en la mañana de los fines de semana, el resto de la semana por las mañanas jungkook iba a su escuela pero dejaba a Jimin en sus clases de baile, al salir iba por él y se quedaban juntos en casa, los fines de semana, jungkook trabajaba de medio tiempo de cajero de un restaurante de McDonalds y Jimin al igual que él, también trabajaba de medio tiempo, pero en la juguetería junto con hoseok, no iba mucha gente ahí así que siempre se la pasaba tranquilo. Mientras jungkook trabajaba desde las 4 AM, Jimin más tranquilo se iba hasta las 10 AM en Taxi, aunque claro regresaba dos horas más tarde que jungkook, y así todas las semanas, tal vez no siempre pero si por el momento.
Apenas eran las 8:37 AM Jimin tenía tiempo de asearse y desayunar que era lo que iba a hacer con su típica rutina de una ducha, cambiarse, hacerse el desayuno y comer y por último el lavarse los dientes, mientras jungkook lo hacía antes de comer, a Jimin le molestaba el aliento fresco y comida, así que lo hacía después de comer, y así tomaba la copia de las llaves que se le fue otorgada para cerrar la casa, dinero que siempre le dejaba jungkook para el taxi, y salir a su hermoso empleo.
En el taxi, Jimin iba pensando en lo maravilloso que ha sido su vida después de transformarse de osito a humano, mirando por la ventana del auto a gente pasar rápidamente, era su momento perfecto de reflexión, el como al inicio de transformarse nada le gustaba, lo odiaba todo el doble y era insoportable, después de que aprendió a caminar y hacer todo por si solo, pareciera que todo había mejorado, se sintiera hasta normal, como si siempre hubiera pertenecido ahí. Lo mejor siempre era cuando estaba en su trabajo, le gustaba que hoseok le contara todo lo que se había perdido con su abuelo y ver lo hermosa persona que fue, aveces lo extraña, aveces no, pero siempre sigue adelante y así finalmente llego a su destino, pagándole al chofer y adentrándose a su trabajo.
—¡Buenos días Hoseok!—
—¡oh Minnie! ¿Por qué llegaste tan temprano?—
—Lo siento, se me olvidó atrasarme.—
—Muy sarcástico Niño, si nomás viera jungkook el como te comportas cuando no está, te diera tus nalgadas.—
—Jimin:
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