¿Fernando Gago? ©

Capítulo 5.

"Sabía que no te animabas a venir y por eso te traje yo hasta aqui, ah por cierto te saque la dirección de tu libreta, por lo menos te traje para que vieras la casa,  y te acuerdes como llegar,  para la próxima" no lo podía creer que Iris fuera capaz de esto, la verdad estaba emocionada y con una tremenda timidez, pero como dijo ella era solo para ver la casa.

"Estas loca! Coo-mo..." empecé a tartamudear cuando vi que por la puerta de la casa salía Fernando de la mano de Mateo, me quede sin ninguna expresión y ninguna palabra.

"Mejor vamos a comer" dijo en voz baja Iris, yo asentí con la cabeza y con los ojos clavados en Fernando,  lo tenia prácticamente a cinco metros. Iris arrancó el auto y nos dirigimos al restaurante de la costanera, el cual se llamaba La Cozta, era muy buen lugar, con unos faroles hermosos y las mesas eran redondas con un mantel de color coral y salmon, realmente hermoso.

*Una hora y media despues*

"¿Que van a pedir de postre?", el camarero se acercó con una libreta llena de nombres de postres, el cual no necesitábamos ver, ya que las dos sabíamos que ibamos a pedir.

"Helado por favor" hablamos las dos al mismo tiempo,  fue gracioso a lo cual nos reímos, mientras el camarero se alejaba  con la orden.

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Ya en el auto, decimos ir a algún lado a pasear, era viernes a la noche, podríamos salir, pensaba yo, minutos después Iris dijo lo mismo, estábamos en cincronia, hacia mucho que no nos vemos y que sigamos siendo así de amigas era genial.

2:00 a.m.

Seguíamos dando vueltas, hasta  que decidimos ir a un boliche de la zona,  el cual no recuerdo el nombre,  pero estaba bien cool,  y nos quedamos allí tomado unos tragos.

En un momento de la noche, se acercaron unos chicos, los cuales eran muy guapos, y empezamos a hablar. 

Ellos eran muy divertidos, comenzamos a conversar de diferentes cosas mientras tomábamos unos daikiris y comenzamos a bailar.

5:00 a.m.

Ya nos estábamos por ir, ya que al otro día tenía otra fiesta y quería descansar, había sido un magnífico día. Decidimos con los chicos vernos de nuevo, y le pasamos la dirección de la casa de Iris y nuestros números de teléfonos.