Capítulo 8.

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*Cinco minutos después*

Ya salí al callejon,  ahora a esperar a Pablo, que justo estaba por estacionar, salí corriendo, antes me saque mis zapatos ya que eran muy finitos y me podía caer o romperlos.

"Pablo, pensé que no podía salir mas de alli, tuve que salir por la cocina, encima un loco de compañero me agarro y no me soltaba, es un desquiciado por que.." Pablo me interrumpio, se notaba que estaba molesto.

"Ya. Esta bien, ahora solo hay que llegar. " no había que preguntarlo, estaba molesto. Me acerqué  a el y le di un beso en el cachete, el se puso un poco rojo y sonrió.

"Perdóname..." dijo Pablo susurrando, y por debajo.

"¿Porque?  En realidad soy yo la que te tendría que pedir perdón,  fui yo la que te hizo esperar y..." nuevamente Pablo me interrumpio.

" La verdad que aquella noche, la del boliche, me gustaste mucho y por eso me acerqué a hablarte, parecías muy buena persona y la verdad no me equivoqué, me gustaste desde un principio,  pero se que ahora que lo vas a ver a Fer y ya se que bueno a vos te gusta, no importa, sabes que me tenes para lo que sea..."  me sonrojo las palabras de Pablo, no pensé que pudiera decir eso, y no estaba muy cómoda.

-

Pasamos todo el camino sin decirnos una palabra, hasta que llegamos a la puerta de la fiesta, donde Pablo paro el auto y me miró con mucha ternura y compasión.

" Escuchame, olvídate de lo que te dije o por lo menos esta noche, no quiero que estés pensando en ello en vez de disfrutar esta noche, vas a conocer a Fer, ya le dije a el que tenía una amiga para presentarle y el dijo que no había ningún problema.  Ha por cierto,  la buena noticia, te lo tengo que decir...

Fernando corto con Gisela hace dos semanas,  solo que seguían juntos por Mateo, lo único que me contó fue que Gisela se llevó a Mateo a Argentina,  ya están allá y el divorcio salio y ya están separados, eso es la buena noticia, espero que te sirva de algo lo que te digo." Pablo me dijo eso que  me re conformó el alma, pero a el se le notaba muy triste, y no lo quería ver así.

Dejándonos llevar, y sin darnos cuenta, nuestros labios se chocaron, besándonos.

Por un lado sabía que no era correcto, el no me gustaba y no tenia que ilusonarlo, pero por otro lado había algo que me atraía de el, y sabia que con Fernando no llegaría a poder pasar algo.

*Diez minutos después *

Dejamos de besarnos cada uno pidiendo disculpas de lo que había sucedido,  decidimos no hablarlo y dejarlo como una torpeza de los dos.

Entramos a la fiesta y allí estaba a lo lejos Fernando.

¿Fernando Gago? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora