D.

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Le amo, sí. No con la resonancia monumental con que se acostumbra amar, al punto en que escribiría un libro acerca de este cúmulo de emociones. No al grado en que moriría sin su presencia, no a ese grado deprimente y aburrido en que se suele amar. Simplemente le amo en un sentido sano y carente de egoísmo. Sin embargo, definitivamente no escribiría un libro sobre esto, porque sin lugar a dudas hay algo de complicidad íntima entre nosotros y tampoco (mucho menos) moriría sin su presencia puesto que no concibo otra forma de morir si no es la simultánea e impetuosa muerte que experimento cada vez que sus besos me arrebatan el aliento.

Mis recuerdos y un té frío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora