Tu Pasado Será Nuestro Futuro.

6- Un trato justo.

Una semana mas tarde

Las cosas siguieron bien con Nathan, habíamos aprendido a llevarnos bien y a no pelearnos como idiotas, las chicas aun temen que pueda salirse de control en algún momento, pero esa era la menos de mis preocupaciones, la mayor, era que Nath no había dejado de hablar con Mariana, y eso me tenía de los nervios, es decir, yo la conozco, se como actúa cuando quiere coquetear, y eso es lo que estaba haciendo con el.

Las chicas y yo decidimos salir a un centro comercial para comprar disfraces y maquillaje, pues en la noche saldríamos a una fiesta, si, es halloween; de paso vinieron con nosotras Carlos y la pareja de cada una, yo obviamente no la tenía, pues nunca lo acordamos y además no quiso venir, aunque a la fiesta si iría.

Fue una mañana muy linda, un sábado frío y con lluvia, el día perfecto para celebrar halloween, cada quien compro un disfraz, pero nosotras exageramos un poco y nos fuimos por el lado sexy, solo un poco, pues tenemos 15 años, no sería nada bueno estar en un lugar lleno de adolescentes siendo exhibicionistas. 

La tarde llego y fuimos a comer pizza, mientras hablábamos Lucy noto algo extraño.

L: Em Sarah, mira discretamente a la derecha. 

Por suerte estaba usando la gorra de mi sudadera, así que pude ver cómoda y discretamente, pero oh sorpresa, eran Nathan y Mariana, muy juntos y solos, nunca dijimos que eramos novios, pero creo que eso era cruzar la linea.

S: Chicos voy al baño...

Salí a un paso rápido del lugar, el baño quedaba a un lado de la salida así que no lo notaron, pero yo necesitaba respirar, nunca comente que necesito un inhalador, pero esa es la triste realidad, lo agite un poco y lo use, normal, espere un par de segundos y entre, fui con los chicos y me dijeron que Nathan los vio y fue a saludarlos, pero que les dijo que el solo venía por una malteada, nunca menciono a Mariana.

Ya ni siquiera seguí comiendo, solo espere a que terminaran, pagamos la cuenta y nos fuimos a casa de Alejandra, pues ahí nos íbamos a arreglar las chicas, los chicos no se a donde fueron, pero acordamos vernos en las rampas a las ocho, pues el lugar estaba cerca.

Nos vestimos y maquillamos entre si mientras escuchábamos la película de Coraline, porque sinceramente ninguna estaba viéndola, solo queríamos el ambiente, finalmente terminamos y la mamá de Alejandra insistió en tomarnos fotos, las cuatro teníamos la misma foto y sería un muy lindo recuerdo.

Ya eran las 7:40 p.m. así que salimos para tener un poco de tiempo y caminar tranquilas; por las calles ya podíamos ver a cientos de niños yendo a pedir dulces y a sus padres vueltos locos, en mi casa nunca hicimos algo así, pero siempre fue divertido ver a los niños a través de la ventana.

Al llegar ya eran las ocho, pero los chicos no estaban ahí, Mariana y Nathan si, yo di media vuelta, fuera lo que fuera no quería verlo.

I: Sarah...

L: Ellos... Am...

A: Pues se están... -La interrumpí.

S: Besando. -Gire en un punto en el que pudieran verme, solo me recargue en una rampa viéndolos, Nathan me vio.

C: Llegamos chic...

S: Vayámonos.

No deje que siguieran hablando y camine en dirección al lugar de la fiesta, realmente esa fue la gota que derramo el vaso, no sabía si aun estaba cuerda, solo un poco, estaba pasando en medio de la carretera sin mirar a los lados, y probablemente tuve en realidad mucha suerte.

Había perdido y lo sabía, no pude salvarlo, o tal vez, solo tal vez este era el precio, salvarlo a el y hundirme a mi, sería un trato justo supongo.

La fiesta fue muy aburrida, Nathan ni siquiera me dirigía la mirada, en un punto me cansé y salí de ahí, necesitaba un poco de tranquilidad, camine por el vecindario viendo a los niños, probablemente sería lo mejor de la noche, finalmente Lucy me llamo, y dijo que volviera para ir juntas a su casa, lo hice y fuimos, al final fui la primera en dormirme, y ellas lo entendían, estaba muerta por dentro.