🐶CAPITULO 4🐶

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Capitulo 4

( Narra Alec)

—¿Qué mierda me estas haciendo Magnus Mi amor? Y tu comportate —hablé con mi lobo.

Tuve que salir de la casa de Magnus ya que su increíble olor hacía que mi alfa cayera en celo, con solo verlo, solo sentir su aroma, y yo no quería lastimarlo, además él no quería.

Llegué a mi casa y busqué pastillas para calmar mi calentura, las tomé y me tiré a la cama y me quedé dormido.

...

Unas horas desperté sintiendo ese olor tan único pero era muy fuerte, eso me hizo saber que mi Magnus también había entrado en celo, mi lobo decía que el estaba sufriendo, asi que no lo pensé más y llegué a su casa, ya que me preocupé porque el estaba viviendo solo.

Abrí la puerta principal y él no estaba ahí, pero escuché un chillido del omega que provenía de su habitación entré rápidamente y ahí estaba tirado en el suelo, sudado y su olor más fuerte que nunca, su celo lo había debilitado.

Busqué entre sus cosas y por fin hallé los supresores, puse una pastilla en su mano pero el no la tomó, y mi lobo ya no soportaba más, mi lobo quería tomar al omega.

— yo... No quiero pastillas, quiero... Que me ayudes, Alec por favor tomame —su voz sonaba, más débil que lo de normal.

No pude contenerme más, lo levanté del piso y lo acomodé en la cama. Comencé a besarlo para calmar sus respiros entrecortados y quité su ropa suavemente prenda por prenda.
Admiré por un rato la perfecta piel que tenía, su piel chocolatosa y apetecible, esa piel que mis dientes ansiaban por morderlas, dejándolas de un bello tono púrpura.

Me despojé de mis prendas, tirándolas a algún rincón. El omega se retorcía en el lecho; hábilmente lo puse en cuatro quedando a mi disposición su redondo y perfecto trasero.

Magnus pegó un lado de su cara en las blancas sabanas. Moviendo sus caderas en un vaivén, provocándome aún más.

Su tibia entrada recibió a gusto mi primer dedo metido, moví en círculos suavemente para luego meter el segundo dígito. Magnus era un mar de gemidos; solo con dos  de mis dedos.

Quité mis dedos para dar paso a mi miembro erecto, adentrándome en su  estreches.

No me moví por un tiempo, hasta que se acostumbrara a mi robusto falo. Sus toscos y desesperados movimientos del omega me dieron a entender que ya estaba listo.

Con mi mano derecha tomé de su cintura pequeña, mientras que la otra paseaba por la delicada y caramelosa piel de Magnus, mis labios dejaron dulces besos por toda su espalda y nuca.

El choque de nuestras pieles y nuestros intensos gemidos y gritos de placer, inundaba en la habitación de mi amado.

"mgh Alec ¡ah!"

Estimulé sus sencibles pezones rosados erectos.

Mis embestidas eran tan fuertes, realmente estaba perdiendo la cordura, pero no le quería hacer daño, sus piernas empezaron a temblar. Tirando su cuerpo al níveo lecho.

Agarró fuertemente las sábanas de la cama, sus nudillos se tornaron de blanco por la acción. Entrelacé nuestras manos y comencé a penetrarlo una y otra vez, solo podíamos gemir se sentía tan bien, el apretaba mis manos con cada penetración de mi parte, nuestros aromas ahora se habían mezclado exitandome más.

Me acerqué a su rostro y le di un beso; contemplé la figura que yacía bajo mio. Un osculo fue dado por mi unos minutos después, Magnus lo acepto gustoso.
Llené de besos y caricias su delicado rostro, susurrándole cosas lindas al oído.

《Eres lindo, eres precioso, por eso te quiero, por ser el mas hermoso》

—Alexander, marcarme, por favor —suplicó Magnus, rompiendo la burbuja en la que estaba.

Volví a mi posición inicial sin antes dejarle un piquito, lo embestí lento y luego más fuerte, realmente quería marcarlo para que todos los alfas y betas supieran que era mío. Me acerqué a su cuello y di una lamida, iba a marcarlo pero en lugar de morderlo solo le deposité otro beso.

De pronto sentí como se hizo el nudo, ya que mi miembro se comenzo a hinchar dentro de Magnus fue imposible no lastimar al omega ya que chillaba, en muestra que el nudo era mas doloroso para él que para mi.

Deposité mi semilla dentro de él omega, salí de él y lo giré cuidadosamente boca arriba.

El me sonrió, yo le devolví esa sonrisa. Lo besé y recosté mi cabeza en su pecho.

Me perdí por un momento, su aroma se convirtió en mi adicción, como un pequeño cachorro estaba yo. Mis labios recorrían una parte de su pecho.

Después de un momento él se levantó y se acercó a su mesita de noche y sacó una pastilla.

Supuse que era una pastilla para evitar embarazos.

—No lo hagas —supliqué.

—Pero, puedo quedar embarazado —sonó un poco nervioso y agachó la cabeza.

—Por esa razón mi amor, no lo hagas ven y descansemos —di palmaditas a un lado de la cama.

—Eres mi alfa. — dijo sonriendome con ternura.

—Claro, que soy tu alfa Magnus Bane, te amo —Mi mano paseó por su abultada mejilla, tomándola como la perfecta pieza de arte que era. Por acto reflejo cerró los ojos por mis caricias, tomó mi mano y la separó de  ahí dedicandome una sonrisa cálida.

Esa que se convirtió en un puchero.

—Entonces —hizo una pausa— ¿Porqué no me marcaste Alexander? —una traviesa lágrima rodó por sus mejillas carmín. Mi corazón se estremeció al ver a mi omega querer llorar.

—Es lo que más quiero, Mag pero no estabas pensando bien y quiero que eso sea especial e inolvidable, y recuerda que aunque no tengas mi marca eres mi omega —calmé su pequeña aflicción con mis besos

Paró el beso y me susurró un "te amo" acompañado de una sonrisa, .

Fue el mejor día de mi vida, siempre estuve esperando para esto, con el constante miedo que no pudiéramos cumplir nuestra promesa, pero incluso si no podíamos mi amor por Magnus Bane duraría por siempre.

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Otro más jajaja disfruten!!!

PROMESA DE NIÑOS! (MALEC) (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora