Capitulo 1 "Un respiro"

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Casi eran media noche, en Manhattan. El hospital lucía lleno, como casi siempre a esas horas. Pacientes heridos a resultado de choques, asaltos o cualquier cosa que pueda pasar en las calles a esa hora; ustedes saben ¿no?

Daisy Hills, la secretaria, estaba por irse pues su turno había concluido. Muchos médicos caminaban presurosos por los pasillos: algunos ya lléndose, otros con resultados de sus consultas... unos cuantos, a penas comenzaban su turno nocturno. Las blancas paredes eran sofocantes. Todo era blanco, y eso frustra ¿o a ti no? Bien, ese no es el punto.

El coordinador del hospital, Jeff Mills, caminaba hacia uno de los consultorios. Pero no a cualquier consultorio. El de HarryStyles. Y veamos, ¿quién es él? Fácil. El doctor con mas prestigio de Vitality.

A paso largo, caminó hacia la puerta y sin tocar, viró la perilla.

-Buenas noches Harry.

Dijo para después, darle un apretón de manos a aquel ruloso de ojos esmeralda.

-Buenas, Jeff. ¿Cómo anda todo?

-Todo marcha a la perfección. Mañana parto a Los Ángeles para arreglar algunos negocios... de los que ya te había contado.

- Vaya, ni siquiera me di cuenta de que ya mañana es 23 de Septiembre...

- Es porque trabajas duro y continuamente... pero no vine a hablar de trabajo. Es más, quería invitarte un trago en el bar que está a unas cuadras de aquí.

-Jeffi, no puedo darme el lujo de tomar un trago. Hay mucho que hacer aqui todavía.

Mills acarició su sien e inmediatamente, miró a Harry.

-Harry... tienes todo el bendito día aquí. Y no es que me enoje que te dediques a tu empleo, pero ya los otros médicos se encargaran. Hiciste mucho hoy, es hora de que te relajes.

El castaño se lo pensó. Eran las doce y diez de la noche. Llevaba 18 horas dentro del hospital, sin descanso. Vamos, la respuesta que dará es lógica...

-Bien, vamos por el trago. Algo fuerte me quitará el estrés.

-Así se habla, muchacho.

Jeff se acercó a Harry y palmeó su espalda, amistosamente.

Si se preguntan, Jeff Mills es un tanto viejo, pero es un maldito traga-años. 49 años no se notan. Parece que tiene la edad de cualquier doctor recíen titulado. Aun rubio (las canas aun no lo visitan), facciones gruesas, definidas. Conoce a Harry desde que se recibió como doctor y ahora son grandes amigos, no solo compañeros de trabajo.

Los dos caminan fuera del hospital, vestidos sin esas castrantes batas blancas. Se montaron en el automóvil de Jeff, por esta ocasión. Éste arrancó y partió al dichoso bar "Las Vegas".

Llegando al recinto, muy colorido por cierto, bajan del BMW de Jeff y después de pasar por el agente de seguridad, entran al bar, directamente a pedir un trago.

-Ya me hacía falta esto... -dijo Harry después de que aquel líquido amarillento o como todos le llaman, cerveza, recorría su garganta.

-Asi es, ricitos. Un gran respiro...

De ahi en adelante, cada trago era más y más fuerte. Ni siquiera podia andar a pie. Se tambaleaba a cada paso pero... que buena noche.

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