CAPÍTULO 4

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Las semanas han pasado, ya estamos atendiendo pacientes, es una parte de mí que me encanta haber encontrado, me encantaba entregar una parte de mi en cada tratamiento y caso clínico

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Las semanas han pasado, ya estamos atendiendo pacientes, es una parte de mí que me encanta haber encontrado, me encantaba entregar una parte de mi en cada tratamiento y caso clínico.

A pesar de tantas dificultades, tantos malos momentos, tantas lágrimas, todo había valido la pena.

Hoy puedo decir que esta es mi carrera, que se me llena el corazón cada vez que alguien ve su boca y me entrega esa mirada de gratitud, con los ojos llenos de ilusión y brillo.

Voy saliendo de mi primera presentación de caso clínico, esto se realiza frente a varios profesores, entre ellos Dann.

Me gusta ver esa luz de orgullo que le ilumina la mirada cada vez que me ve avanzar.

Voy saliendo de la facultad y le veo después de mucho.

No he sabido de él desde el funeral de su padre, he viajado a Madrid a la empresa y dicen que siempre está de viaje.

Esta besándose con una mujer muy guapa, alta rubia igual que yo, con un cuerpo muy bonito.

Una sensación desconocida me invade, no sé si son celos, pero me hierve la sangre verlo con otra persona.

Nuestras miradas se unen, el me observa fijamente, mientras aquella mujer sigue hablándole, sigo de pie con su mirada clavada en mi cuerpo.
La mujer se acerca y vuelve a besarlo, él la besa, pero su mirada no se aparta de mí.

Se que lo hace con la intención que los observe, me subo al coche a mi coche y apretó el acelerador.

***

Llego a mi casa con cierta nostalgia, se me apretó el pecho, mis ojos se llenan de lágrimas.

Que me pasaba, estaba segura de que ya no le amaba, pero esta maldita sensación no se iba.

Me siento en el sillón y me sujeto las piernas como una niña, mientras las lágrimas corren por mis ojos.

Los perdí a ambos, y no sé si fue la mejor decisión.

Me aleje de Dann para no dañar a Aitor, él había perdido a su padre, y no quería que sintiera que también me perdió a mí. No quería ser la causante de más dolor en su vida, de cierto modo ya le había causado suficiente daño.

Los minutos pasan y el sonido de la puerta me trae de vuelta a la realidad.

Abro la puerta sin ver quién está detrás de ella.

El ver a Dann tan sonriente es como un maldito golpe en el corazón.

Me besa la mejilla y me saluda, y se adentra en mi casa.

— ¿Qué haces aquí?

— Me encanta este recibimiento, antes recordaba que mis visitas eran más gratas. — logra sacarme una sonrisa su comentario. — Vine a darte lecciones de estacionamiento, para no repetir lo de esta mañana.

Juegos de seducción +18 ( IMPOSIBLE II) Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora