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Quizás lanzar un par de piedritas a la ventana de Jimin no era buena idea, pero las había recogido en el camino y no les había encontrado alguna utilidad más que esa.

Entonces, después de todo ahí estaba, de pie en el patio trasero de la linda casa de los Park, mirando a la ventana correcta, la cual tenía las cortinas cerradas y una tenue luz encendida.

Arrojar o no la piedra

¿Y que diría en todo caso? Un simple hola no funcionaría porque todo serían espacios vacíos que tratarían de llenar incómodamente.

Para su mala suerte y su despistada cabeza, ya había actuado, y la piedra había chocado con el cristal de la ventana haciendo un ruidito.

"mierda" dijo en un susurró y miro como la cortina se movía un poco.

Su vida en este momento se basaba en tomar decisiones, pero
Se quedo quieto, no sin antes remover un poco su cabello negro de la frente.
 
Trataba de no morderse las uñas, la cortina se seguía moviendo pero el lo miraba todo en cámara lenta. Como si todo quisiera que el salíera corriendo de ahí mismo.

Como si nadie quisiera que el
volviera a ver a Jimin, como si todo supiera que aquello saldría mal.

Y no era como si el quisiera ignorar todas las señales, porque las notaba, simplemente el estaba seguro de lo que quería.

B!ack ❦ MYG + PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora