Los laberintos del destino

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Teniamos que resguardarnos lo mas antes posible, ambos estabamos empapados pero la tormenta duraria unas cuantas horas, o por lo menos siempre era asi 

-Beck, mi casa está a unas cuadras, podemos resguardarnos alli
Ella me dijo en un susurro
-Esta bien
Atravesando las calles llegamos, abrí la puerta y tire de ella para que pasara, sentí el cálido tacto de su mano y la miré a los ojos, solté su mano y toqué su mejilla, estaba tan helada como si de un témpano de hielo se tratara, al dirigir mi vista al interior de la casa todos los recuerdos llegaron a mi atormentándome y por ello decidí que era mejor estar un rato solo para así tranquilizarme.

-Beck, quédate aquí, traeré ropa para que te cambies y tomes una ducha
Ella asintió, era extraño, de alguna rara forma confiaba en ella, toda la vida me ensañaron a desconfiar de todos, pero la miraba y no lo se, no parecia alguien que lastimaria a nadie,  entonces con pasos rápidos y seguros me encaminé a mi habitación para  sacar un poleron junto con un chándal y unos calcetines , me dirigí a la sala, le entregué la ropa y la guié al segundo piso donde se encontraban las habitaciones de invitados, ella podria usar la ducha de aquella habitacion, era comodo saber que habian dejado todo listo al saber que regresaba a la ciudad.

-Beck-
Todo se me hacía tan raro, mi día había pintado tan surreal, jamás habría pensado terminar en la casa de una persona que conocia,la casa donde comenzo todo, habian cambios en la decoración de su hogar. Al recordar me di cuenta que ya había acabado de ducharme por eso tomé el poleron,chándal y calcetines para cambiarme, al terminar dudé en si salir o no del baño, sin embargo lo hice, poco después me percate de la luz encendida en una habitación, así que opte por entrar, mi sorpresa fue encontrarme con la trabajada y ancha espalda de Adriel, el cual estaba empapado despues de la ducha que tomo, acabo de colocarse la sudadera y entro por una puerta supuse que era su baño.
Al salir de mi embobamiento me volteé y tapé mis ojos

-lo siento, vi que tenía la luz encendida y por eso entré, enserio no quería....incomodarte...

esto último sonó como un susurro

-no te preocupes, ya está, pero vamos a la sala hay chocolate caliente

Asentí con la cabeza y lo seguí, después de todo no tenía que más hacer, estaba confundida, los ultimos dias estuvieron llenos de mucha informacion que procesar 
Al llegar a la sala me tendió una taza, nos sentamos en un sillón frente una chimenea e hizo una pregunta para la cual no tenía palabras

- ¿qué hacías en aquel parque?
Pasaron unos cuantos segundos antes de contestar
- en verdad, no lo sé, nunca antes había estado allí
Esa era una verdad a medias que el no tendria porque enterarse
- ¿y como llegaste?
- bueno es algo difícil de explicar
-entiendo..., creo que será mejor que vayas a dormir, puedes quedarte hasta que pase la tormenta, ven sígueme

Lo seguí hasta la segunda planta donde abrió la puerta de una habitación, que por cierto ademas de enorme y lujosa  se veía cómoda y ordenada.

-bueno mi habitación es la del frente, cualquier inconveniente, me avisas. Hasta mañana

Tenia que admitir que esto era muy inesperado, jamas habria imaginado que me quedaria en esta casa
-buenas noches y gracias




He aqui el "segundo capítulo" 🍒😊😁
Espero y les guste 😍😌

El día de tu aromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora