One

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Yoon Gi

El mundo esta parcialmente contaminado de algo que ni siquiera es visible ante los ojos de la humanidad. La maldad nos toma por sorpresa y se adentra en nuestros corazones y nos acaba desde dentro hacia afuera. Las personas tienen doble cara, al igual que las monedas y las usan según sus conveniencias para lograr sus malos o buenos objetivos. Las drogas y las adicciones son las armas principales de la sociedad para llegar a un letargo donde nada importa, nada interesa.
El mundo en el cual vivimos esta manchado, manchado de negro, mas negro que las manchas que presenta el Sol. Las manchas están esparcidas por todas las regiones del mundo acabando y expandiendo el miedo, el terror, la dominación y la maldad.

Mi padre siempre me dice que el fuerte es el que vence mientras que el débil debe doblegarse ante él y rendirle tributo junto a darle su cuerpo y alma y regalarle su vida. El débil no tiene voz, no tiene voluntad, no tiene vida si el fuerte no se la otorga. El fuerte es el que manda sobre los débiles y los manda como mejor les de la gana.

Por eso, los débiles como yo, debemos aprender a ser fuerte y no dejarnos dominar por una entidad más dominante que nosotros.

Mi mundo no es exactamente un mundo bello, al contrario, es un mundo donde las armas son la principal fuente del dinero y las joyas y drogas adornan todo el lugar. Donde los hombres se visten de negro completamente y usan gafas de sol negra por razones que realmente aún no conozco, según mi padre, es parte de la etiqueta. Donde los trajes oscuros por muy bellos que parezcan siempre, en algún momento, van a estar manchados de sangre, donde cuando uno menos se lo espere, te pueden apuntar con un arma o pegarte un cuchillo en el cuello. Donde el jefe es la voz de mando de todos y todos deben obedecerlo y protegerlo por encima de sus propias vidas. Donde el dinero vale más que una vida.

Si, mi mundo es ese, el mundo de la mafia.


Los rayos de sol se colaban por los pequeños espacios de las ventanas de mi habitación e iban directamente a mi rostro. Una habitación espaciosa, de colores oscuros, totalmente monótona, con una librería con libros de varios temas entre  algunos sobre armamentos y otros temas de interés de la sociedad. Una cama donde podrían dormir tres o más personas. Una mesa de noche adornada por una pequeña lámpara que alumbra todo en la noche, un gran retrato en la pared del espaldar de la cama, un armario bastante grande de color negro y algunos detalles en dorado.

Me remuevo en la cama y abro los ojos lentamente obligándome a cerrarlos cuando en ellos los rayos caen y me dejan prácticamente ciego. Volteo al lado contrario gruñendo y me encuentro con una silueta oscura frente a mi.

-Señorito es hora de despertarse -habla la persona qur se atrevió a entrar en mi habitación sin mi autorización, aunque siempre lo hace.

Abro los ojos completamente y visualizo mejor a la persona. Lleva un traje negro -como todos- y una corbata del mismo color. Unas gafas de sol negras -como todos de nuevo-, su rostro es de duras y marcadas facciones con una pequeña barba asomándose por el.

Me siento lentamente en la cama soltando un largo bostezo y tallo mis ojos con pereza. El hombre me informa que son las seis y media de la mañana. Con razón ya debía haberme despertado desde hace tiempo pero siempre hay algo que me gana encima de todas las cosas: la vagancia. Camino al baño de mi habitación arrastrando los pies, miro de reojo al hombre y todavía se mantiene con las manos detrás del cuerpo en una posición firme frente a la puerta de la habitación. Suelto un largo suspiro, ya me estoy cansando de esa actitud, todos los días es lo mismo, tendré que hablar con mi padre, aunque se que no tendrá tiempo para escucharme y si lo hace, no me hará el absoluto caso.

Entro al baño cerrando la puerta después de entrar y comienzo a desnudarme lentamente. Echo toda la ropa en un pequeño cesto y me miro en el gran espejo del baño, el cual es de cuerpo entero en una esquina y abarca toda una pared solamente de la cintura para arriba. El lavamanos ocupaba al igual que el espejo la pared, pero solo la mitad y es de un blanco puro. Una batea es blanca igual y bastante grande donde podían estar dos personas en ella.

Port Mafia {KookGi} [DETENIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora