Invocadores Legendarios

#2 La visita de Shaco

Luego de jugar por horas y horas, al final, nos cansamos de entrenar y decidimos estrenar las cosas que estaban en la habitación. Liann fué a ver la TV, J.A y Andrés jugaban Futbolito y Mel y yo estrenabamos la nueva mesa de Billar/Pool.

—¿Cómo puedes ser tan bueno en esto?— Preguntó Mel mirándome con sus hermosos ojos entrecerrados —

—Cuando era pequeño, mi padre me llevaba a jugar Billar en casa de mis tíos— Respondí sin apartar la mirada de la Bola 8 —

—¿Podrías enseñarme algún día?— Preguntó viéndome directamente a mis ojos —

Sus ojos brillaban, eran tan hermosos como el atardecer, se veía tan tierna mirándome. Solo quería tenerla en mis brazos y abrazarla.

—Claro, no hay problema— Respondí sonriendo y ruborizándome —

Al instante se apagaron las luces y los aparatos electrónicos, todos quedamos petrificados por un segundo.

—¿Qué habrá sucedido ahora?— Bufó J.A con tono aburrido —

—Esto nunca pasa, y menos es mi casa— Expresó Mel enojada —Es muy extraño—

Suena mi celular y contesto rápidamente —¿Diga?—

Una voz femenina responde —¿Hola, Hijo? Recibí un mensaje que decía a las 10:00pm que te pasara buscando en el parque abandonado del centro y yo.. ¡Aaaah!— Se escuchó un grito desgarrador y se cortó la llamada —

Quedé en trance y mi cara tenia un aspecto pálido y aterrador. —¿Ma..Mamá? —

Regresó la electricidad  y todos me  miraron con gesto de preocupación por como mi rostro se veía ante tal situación, Al momento todos miraron a distintos lugares intentando disimular que no vieron mi cara de pánico.

—¿Qué sucede Ale?— Me pregunta Mel tocándome la mejilla con la palma de su mano —

Me sonrojo un un poco al sentir el dulce tacto de su piel, pero regreso a la realidad de inmediato —¡Mi Mamá, esta en el parque sola!, a estas horas de la noche y escuché un grito de ella—  Solté seriamente sin apartar la mirada de los ojos de Mel —

—¿Quieres que te acompañenos?— Indagó Liann levantándose de su asiento —

Tomé mi abrigo y salí rápidamente de la habitación —¡Corran!—

Todos corrieron rápidamente detrás de mi. Mientras corría pensaba en todas las cosas malas que le pudieron haber sucedido, mi corazón se aceleraba mientras el frío intenso de la noche tocaba mi cara.

Al llegar, abrimos y entramos por unas rejas oxidadas. —¡Sepárense!, buscaremos por todos lados— Exclamó Mel con autoridad

Todos obedecimos, cada quien se fué por un lugar distinto. El parque abandonado era un lugar muy oscuro, con árboles muy viejos, tenía un columpio viejo y oxidado que se movía con el frío viento de la noche.

Comencé a sentir frío a medida que me adentraba en aquel inmenso, espeluznante y viejo parque. —¿Por qué habré venido sólo?— Pensé —

Escuché un ruido y rápidamente volteé hacia unos arbustos debajo de unos arboles y entrecerré los ojos para intentar observar con más definición lo que sea que hubiese causado ese sonido.

Caminaba lentamente  hacia el arbusto que no paraba de moverse, mientras lo atravesaba sentí un escalofríos que me recorría toda la columna vertebral. —¿Mam...?— Una mano tapó mi boca —No temas, soy Mel, no hagas ruido— Me susurró al oído —