~Amor distinto en un mundo de supuestos iguales~

VIII

Narra Chris

Dimos unas vueltas por el parque, hablamos de cualquier tema que se nos cruzaba por la cabeza.
Se hicieron las 9, las 10 y a las 10:30 al fin volvimos a la comisaría.
Íbamos entrando y mi padre salía corriendo junto a su compañera, que yo en realidad sospechaba que eran más que una amistad laboral...

-Justo a tiempo chamacos-dijo parandose frente a su camioneta.
-Accidente en el centro-habló su compañera-¿Nos acompañan chavos?

Ambos nos miramos, conocía muy bien esa mirada viniendo de Alex, él quería ir.
-¡Si!-gritamos al unísono y subimos al asiento trasero de la camioneta.
La compañera de mi padre, en este caso la conductora del vehículo, condujo lo más rápido posible con la sirena encendida esquivando a los autos. En el camino cruzamos a una ambulancia, que también iba hacia el lugar, fuimos a la par de los médicos, mi padre obviamente los conocía y se iban haciendo señales con las manos, generalmente quejándose de que los autos no los dejaban pasar y algún que otro chiste interno. Cuando miré hacia el interior del vehículo me percaté de que estaba "mi suegra", es decir la mamá de Alex.
-Alex mira-hablé emocionado-Tu mamá está en la ambulancia.
-Verdad-se sorprendió-no sabía que estaba haciendo emergencias ahora.

Llegamos al lugar del accidente.
-Chavos, creo que hay heridos-habló la oficial-No creo que sea una escena agradable para ustedes.

Nos quedamos al lado del vehículo haciendo bromas y jugando entre nosotros.
-Si yo me acidentara...-dije pensativo-¿Me visitaría en el hospital?
-Mmm no lo sé-Alex se hizo el pensativo para imitarme-tal vez q cambio de un beso señor Ortega.
Me sonrojé de una manera tremenda, nunca nos habíamos pedido un beso tan directamente, a pesar de estar muy sonrojado le correspondí y lo besé.
-Entonces si te voy a visitar-ambos reímos.
-¡Chamacos!-gritó mi padre-Vengan a ayudar a María por favor.

Corrimos a socorrer a su compañera, María, ahora sabíamos su nombre.
-¿Qué pasó?-dijo Alex mirando a su mamá.
-Este pobre hombre tiene la pierna atascada y necesitamos ayuda de todos-respondió Grecia-no va a sobrevivir si esperamos a los bomberos.

Todos intentamos con todas nuestras fuerzas levantar el auto que yacía sobre la pierna del desconocido, lo logramos, "mi suegra" (si, me encantaba como sonaba eso aunque Alex y yo no éramos nada) y su compañera subieron al hombre a una camilla y comenzaron a atenderlo mientras mi padre y su compañera socorrían a las demás personas. Alex y yo los admirábamos realmente, a ambos, a mi padre y a su madre, y a sus compañeras por supuesto.

Grecia terminó de atender al desconocido, desinfectó y vendó su pierna y lo subieron a la ambulancia. Su compañera subió en la parte trasera de la ambulancia y "mi suegra" se fue conduciendo a toda velocidad con la sirena encendida, la verdad es que no sabía que ella manejara y por lo visto Alex tampoco.
Al terminar esa emergencia volvimos a la comisaría en la camioneta y con Alex fuimos a Starbucks, parecía que estábamos en una "cita" por así decirlo, pero no estaba muy seguro de si así era...