Capítulo 11
Me derrumbo sobre el duro y frio suelo.
Las lágrimas no tienen fin.
Estoy sola.Completamente sola.
Siento como un suave y delicado pensamiento pasa por mi cabeza.Y este se repite en ella hasta que derrotada me duermo.
Pasan los días y aunque parezca increible echo de menos las tonterías de Jackson.Desde que se fue ya no lo he vuelto a ver más.
¿Dónde estará?¿Qué habrá hecho con su vida?...
Esas y miles de preguntas más me llevan carcomiendo por dentro desde su partida.
Estamos en diciembre y con ello llegan los exámenes finales.¡Qué horror!
Los profesores últimamente nos tratan como si en vez de personas fueramos máquinas.No se permite ningún fallo por minúsculo que sea.Además de lo quisquillosos que están.
Por Dios mi profesor de inglés el otro día bombardeó a mi clase de ceros.
Si calculamos que mandó diez ejercicios para casa y somos treinta en clase.
Solamente cuatro personas han realizado los deberes y los otros restantes han recibido un cero por cada ejercicio no realizado = ¡La madre que lo parió!
Lo mejor es cuando el profesor comienza a reirse y tú deseas que se pudra en el infierno.
¡Acaso él nunca ha sido alumno!
Hay dos conclusiones:
1-Nunca lo ha sido.
2-Es un hijo puta.
Me decanto por la última opción.
Preparo la mochila y salgo de casa donde me espera pacientemente Lauren en su coche.
-Eyyyyyy girl.-me dice Lauren mientras me saca la lengua.
Comienzo a reirme y me subo en el coche.
-Buenos días Lau.
-Buenos días Alex.
Lauren arranca el coche y yo me acomodo en el asiento del coche.
-Oye Lau,¿Cúando había que entregar el trabajo de la revolución francesa?
-Creo que dentro de dos semanas.
-Uff menos mal.Porque esta semana está completa de exámenes.
-Si ya lo sé Alex.
Una vez llegamos al instituto, Lauren aparca el coche cerca de la entrada de este.
-Lauren sino te importa vete tu ahora a clase que yo ahora voy.Es que tengo que ir a conserjería a pedir unas hojas.
-De acuerdo.Ahora nos vemos.
-Chao.
Suena el timbre de entrada a clase y yo viajo por los pasillos en dirección a la conserjería.
Los pasillos están completamente desiertos.
Una vez llego a conserjería,esta está vacía.
Decido esperar y me apoyo en la pared.
Pero me canso y entro dentro de la conserjería.
-¿Hola?¿Hay alguien ahí?
Solo silencio.
Pasan cinco minutos más y nadie aparece por aqui.Asi que decido irme.
Pero nada más girarme me choco con un musculado y fuerte pecho.
Levanto la cabeza y mi cabeza se colapsa.
No,no,esto no me puede estar pasando a mi¿.Es que alguien me está gastando una broma?Porque si es asi esta vez está siendo demasiado pesada.
No reacciono.Me quedo inmóvil.Me quedo hipnotizada por sus hechizantes ojos grises.
-Hola - me dice como si fuera cualquier cosa.
-Hola-digo todavía sin apartar mi mirada de la suya.
No me puedo creer que delante de mis narices tenga a Jackson.No,no puede ser.Ummm creo que voy a tener que ir a un psiquiatra.
-Alexia,¿Estás bien?
Salgo de mi limbo emocional y reacciono.
-¿Qué estás haciendo aqui?- digo de manera acusatoria.¿No me estarás acosando?
-Cariño,tengo cosas más importantes que hacer.
-Ah si.¿Entonces,señor sabelotodo ilumineme con su sabiduría?
Jackson comienza a reirse y yo le fulmino con la mirada.
Esta situación es demasiado absurda como para ser cierta.
Entonces Jackson para de reirse,me mira serio,levanta una mano y me acaricia la mejilla con ternura.
Su delicado toque consigue que todos los vellos se me pongan de punta.
Mal,Alexia,eso está mal.
Pero para rematar una dulce sonrisa se escapa de mis labios.
-No sabes como estoy echando de menos tus comentarios.
El corazón por una millonésima de segundo se me para,para luego comenzar a latir como loco.
-Jackson,no empiezes.
-¿Acaso no puedo decir lo que siento?
-Po..por..su..su - digo tartamudeando al ver que el rostro de Jackson cada vez se acerca más al mío.
-¡Señor Black ¿Qué está haciendo?!
Ambos nos giramos en dirección a la voz y nos encontramos a la jefa de estudios con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
Holaaaa!! Dentro de poco tendrán una sorpresita por la espera.
Os veo pronto ;p
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Solo mía - PAUSADA - (Editando y corrigiendo)
General Fiction¿Quién me iba a decir a mí? Sí, a mí. Que de un día para otro mi vida cambiaría por completo. Y... que a partir de ese día ya no volvería a ser la misma. Supongo que él. Jackson Black.