Mi vida como "Kitten"

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Tiempo después de llegar aqui lo comprendí, nunca más volvería a ver a mi familia, este en comparacion fue un golpe duro de aceptar, pero al fin y al cabo mi madre sabe como cuidarse sola, tal vez solo le haga falta compañía.

Llevo en este horrible lugar 3 meses, y no nos ha ido tan mal, el jefe es un asco, pero su asistente es compasivo y no tan agresivo como muchos clientes.

Mi nuevo hogar, quizás es como deberia llamarle, "mi nuevo hogar temporal en lo que alguien me quiera en su verdadero nuevo hogar", en verdad extraño el mio, ahira habito en un tipo de prostibulo pero para personas con mucho dinero, defienden sus razones con argumentos estúpidos como: "el producto siempre es de muy buena calidad". Cantidades inimaginables de chicas llegan cada semana, la clasificación es absurda, depende de que tan linda y que tan buen cuerpo tengas. A muchas las venden o las prostitullen aquí mismo, solo unas cuantas muy bien seleccionadas son subastadas como mascotas domesticas a estos tipos ricos.

Las elecciones que hacen de chicas para la subasta deben ser exclusivas virgenes estas tienen un entrenamiento estricto y específico. Después de plantearselo un tiempo decidieron que yo estaria dentro de las chicas para la venta.

Nos separan en diferentes habitaciones, en total en esta habitación convivimos 10 chicas, todas en general de la misma edad exceptuando a una pequeña de 10 años, que cuidamos como nuestra pequeña hermana.

Es irónico como en este mundo absurdo que ahora llamo mi realidad, prefiero vivir sodomisada y con un entrenamiento estricto a convertirme en una prostituta para este horrible lugar, mis privilegios me trageron aquí, pero de una forma u otra no los aprecio. Cientos de chicas que fueron traidas aquí tambien por el mercado de trata de blancas, darían lo que fuera por estar mi lugar.

Las chicas especiales somos reconocidas por portar un fino collar de color negro, en textura aterciopelada y con una placa que cuelga de este nombrando en caligrafía cursiva "Kitten". A todas nos han prohibido el asignarnos un nombre, solo lo conocemos entre nosotras, entre muchos de los otros secretos que nos contamos algunas veces en las noches frías y oscuras de esta habitación. Hemos escuchado decir que el nombre que recibiremos solo lo da quien nos compre, es una triste analogía con la vida de algún animal de verdad.

El encargado de enseñarnos todo es el asistente del jefe quien nos pide llamarle amo, el nos premia y nos castiga segun nuestro comportamiento, además de enseñarnos cada dia algo nuevo para ser una buena mascota. Nuestras clases suelen ser de etiquetas, muchas son de postura o modales, etiquetas en la mesa, al hablar, al caminar, arrodillarse y otro tipo de normas para sumisas, esta prohíbido levantar la voz, al igual que correr. Infringir cualquier regla trae consecuencias.

Siempre vestimos ropas parecidas, son vestidos algo cortos, con medias hasta la rodilla, con unas ebillas de orejas de gato en nuestro cabello, todo en mí, es de color blanco. Mi vestido y las demás decoraciones, cada una vestia alguno diferente, como ninguna tenía nombre, era facil ubicarnos así.

Todos los dias tenemos la misma rutina, nos levantamos, bañamos, el desayuno a las 8 de la mañana y nos quedamos encerradas en aquel lugar hasta las 2 de la tarde que nos traen el almuerzo, nuestro amo nos deja salir por media hora a deambular en el lugar e ir al baño, al volver tenemos nuestra leccion del dia; a las 7 nos traen la cena, comemos y dormimos hasta el día siguiente. El único momento en que nuestra rutina puede ser diferente es el que escoga el amo, el se lleva a quienes se comportaron mejor durante la semana y los saca al jardín, les deja estar alli toda la tarde hasta volver por la noche a cenar y dormir.

Nunca hasta ahora he estado conciente de que día de la semana puede ser, quizá hoy sea viernes... o lunes, es algo que no he podido descubrir, pues el amo no es consecuente con cual dia nos da libre y cual no. Al igual que nunca he disfrutado de algún día de descanso, suelo ser lo que llaman un caso rebelde, quizás sea sinonimo de valentía, incluso si la única razón que me obliga a actuar bajo mi voluntad sea el temor de que me depare cuando haya aprendido todo lo que deba y tenga que obedecer a alguien más.

Sinceramente espero que ese día jamás llegue, después de eso no volveré a tener ni siquiera las esperanzas de escapar.

My Kitten~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora