Curame (+18)

capitulo 6

Estoy tirada en mi cama con la vista al techo, acabo de llegar del restaurante y aun no me he quitado la ropa, después de aquel fogoso beso en el baño las cosas se complicaron
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cuando ya me habia calmado regresé a la mesa donde esperaban los demás y ahí estaba él muy tranquilo conversando con todos animadamente como si nada hubiera pasado unos minutos atrás en el baño

Yo por otro lado estaba a punto de sufrir un colapso mental y hormonal «¿Cómo hacía para actuar tan normal, cuando yo a penas podia mantenerme de pie?» la respuesta a eso era algo sencillo, él tenía practica y yo no, por lo menos no en estos casos porque nunca antes me había pasado

Con algo de dificultad me uní a la conversación disimulando lo mejor que pude y digo lo mejor que pude porque cuando lyroi me dirigía la palabra mi cerebro no se decidía entre golpearlo o volverlo a besar, y si me gusto el beso, ¿Que digo me gusto? me fascinó y eso era de lo único que estaba segura

Todos se habian marchado dejandome sola en el estacionamiento o eso pensé, cuando abri la puerta del auto para entrar unas manos me lo impidieron, cerraron la puerta y me obligaron a darme la vuelta

Iba a protestar cuando me detuvo colocando un dedo sobre mis labios

-por lo que marjorie me pudo decir tienes los viernes libres, empezaremos ese día con tu segunda sesión- quita su dedo de mis labios

-¿Segunda sesión, y cuando fue la primera?-pregunte confundida

-la del baño- dice alzando los hombros para restarle importancia

-eso no fue una sesión, fue una invasión a mi espacio personal- me cruzo de brazos

-te dije que lo tomaras como una- dice con toda la tranquilidad del mundo

-me besaste sin mi consentimiento, ¿Qué clase de sesión terapéutica es esa?- me estoy alterando de muy mala manera, él me besa, altera mis neuronas y mis hormonas y me salta con eso

-ya te había explicado que no serían ortodoxas y tu aceptaste- se explica-además, no me pareció que te molestara que te haya besado sin tu consentimiento- eso último lo dice con un tono arrogante lo que hace que me cabree más

Podrá estar muy buenorro y todo eso, pero ¿Quién se cree?, «el que solucionara tus problemas virginales» maldigo a mi subconsciente, estos no son momentos para distraerme

-se que acepte a tus «terapias no ortodoxas»- enfatizo la última frase- pero eso fue porque no me imaginé que harías algo asi, de haberlo sabido no habría aceptado- me doy la vuelta para entrar a mi auto y salir de allí, pero me lo volvió a impedir

-lastima que no puedes hacer nada- susurró en mi oído- te ayudaré quieras o no, asi que es mejor que estés preparada- se separa de mi y se va, yo luego de tranquilizarme entro a mi auto y me voy de allí
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Me levanto, me doy una ducha y me acuesto, necesito descansar porque tendré un colapso si no lo hago.

La semana pasó volando de una forma casi literal, me la he pasado muy ocupada en el trabajo con marjorie y mi tía, es triste decirlo pero son mis únicas amigas

Ya es viernes y estoy terminando de almorzar, me levanto a lavar los platos cuando suena mi celular

-que quieres?- contesto así porque se quien es
-esas no son formas de hablarle a tu prima- responde marjorie
-dime que quieres o te cuelgo- no estoy molesta, es solo que jorie es un chicle cuando quiere
-parece que alguien no está de buen humor hoy- canturrea
-si no me dirás que quieres, bien, adi...
-no cuelgues, no tienes que ser tan amargada, solo era para decirte que pasaré por tu casa
-es que no te cansas de verme? Hemos estado juntas toda la semana, necesito mi espacio
-acaso estas terminando conmigo?-

Rodé los ojos ante la pregunta y Cuando iba a responder tocaron la puerta

-dame un momento, alguien toca

Me quedé pasmada al ver de quien se trataba, habia olvidado que vendría para «la segunda sesión»

-quien es?- pregunta una curiosa marjorie del otro lado de la linea
-es el repartidor, pedí pizza- mentí marjorie no tenía conocimiento de mis «sesiones privadas»

Él estaba ahí parado viendome fijamente a los ojos, había salido del consultorio aun traía su maletín, su castaño pelo estaba muy bien peinado y esos ojos avellana me miraban con cinismo

-entonces... puedo ir o no?- la voz de mi prima me sacó de mi ensoñación
-no, ya te dije, necesito mi espacio hablamos luego- colgué antes de que me hiciera un drama

-ahora soy un repartidor?- pregunta con esa maldita y sensual voz que tiene y una ceja alzada

-vas a pasar o te quedarás ahí?- no me voy a volver a dejar amedrentar de él

Entra al departamento y acto seguido cierro la puerta, me volteo y choco contra su pecho

-enserio agradecería que dejaras de hacer eso, se esta volviendo molesto- lo rodeo y me adentro a la sala y tomo asiento en el sofá y él hace lo mismo pero en el mueble frente a mi

Los minutos pasan y el no musita palabra alguna lo que me incomoda y me pone nerviosa, no solo porque no ha dicho nada desde que entro también está el echo de que no deja de verme analizando no se qué cosa

-podrías tomarme una foto, te duraría más- eso es lo que pasa cuando estoy nerviosa y bajo presión, digo la primera estupidez que se me viene a la mente, él por otra parte no responde y continúa viendome

-ya enserio deja de verme- digo impaciente

-¿Porqué? ¿Estás nerviosa?- pero que clase de pregunta es esa?, es obvio que lo estoy

-no- aparto la vista y la desvio a otra parte- es solo que es algo molesto que estes ahí viéndome sin decir nada- me explico

-solo trato de descifrar algo antes de empezar- se para y se coloca en cuclillas frente a mi

-mirame- obedezco- te preguntaré algo y quiero que seas totalmente sincera conmigo- posa sus manos en mis rodillas y siento como si acabara de prenderles fuego

-¿Te masturbas?- me quedé helada, esperé que preguntara cualquier cosa menos eso

lo habia intentado en varias ocasiones pero nada me exitaba absolutamente nada, los recuerdos recurrentes no aparecían, pero igual terminaba frustrada con cada intento así que me di por vencida

-contestame- esos abismos color avellana estaban esperando mi respuesta

-no- bajé la cabeza por la vergüenza Estás no son cosas de las que suela hablar, pero debía poner de mi parte si quería despertar de mi eterna pesadilla

Se alejó de mi, sacó una caja con envoltorio de regalo y me la entrega

-¿Qué es?- pregunto tomandola algo dudosa

-abrela- dice un una sonrisa de niño travieso que me hace desconfiar

La abro y no puedo creer lo que hay dentro, lo miro a él y luego a la caja esto debe de ser una maldita broma

-¿Un vibrador?- es lo único que consigo decir

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CHAN CHAN CHAN... ¿Qué es lo que tiene en mente lyroi?
Descubranlo en el próximo capítulo ;3

Hasta la próxima página :)