Llegamos a casa y para nuestra sorpresa los chicos aún no habían vuelto de su aventura, entre a la cocina para tomar un vaso de agua y Nick me siguió a pasó lento pero decidido.
Ya veo que no puedes estar sin mi - Le dije tomando mi agua y volteandome para lavar el vaso-
Veo que no te resistes a estar conmigo- Dijo con voz ronca y muy cerca de mi oído estremeciendo cada parte de mi ser.
No puedo quejarme - Dije en un tono coqueto y volteandome para encararlo. Pero cuando lo hice no espere que me besara tan rápido, me beso fugazmente como si mis labios huirian de su dulce boca, me acaricio las piernas y besaba mi cuello, en un ágil movimiento ya me encontraba encima del fregadero con las piernas abiertas y él en medio de ellas, sentía que su miembro ya estaba erecto y causaba una leve punzada en mi parte más íntima, tenia mucho tiempo que no tenía relaciones y Nick despertaba cada sentimiento de anhelo y de deseo, poco a poco nos fuimos despojando de la ropa hasta quedar solamente en ropa interior, con una mano acariciaba mi espalda y con su mano libre tocaba dentro de mis piernas, con sus dedos me hacía suya fácilmente y yo no podía callar mis incontrolables gemidos, estaba ansiosa y sentía que iba a explotar de placer, pero lo quería sentir dentro de mi, quería que me penetrara hasta que ya no pudiéramos más, quería que me hiciera suya justo en el fregadero de mi cocina, y como si leyera mis pensamientos, justo ahí, en la cocina de mi casa me hizo suya como nunca nadie lo había hecho.
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A la mañana siguiente desperté en mi cama y sola, no se como diablos llegue aquí y tampoco sé porque diablos Nick no amaneció en mi cama, me hubiese gustado que estuviera aquí para no sentirme utilizada, aunque no se porque estoy pensando en esto si nunca me ha importado nada de lo romántico, tampoco se porque me siento tan mal y porque me hubiese gustado que estuviera aquí, pero ya no importa.
Me paré de la cama para bañarme y en la mesita de noche encontré una nota, extrañada la leí:
Pensaste que me había ido ¿Eh? Te espero abajo para el desayuno preciosa.Por inercia sonreí, no sabía lo que me pasaba con este pendejo pero sea lo que sea ya me estaba empezando a preocupar.
Me bañe y me puse un vestido cómodo para estar en casa, baje y encontré a todos los chicos sentados desayunando, ya hoy era su último día aquí, y tienen que aprovechar al máximo.Buenos días- Saludé muy alegre-
Buenos días - Respondieron todos -
Al parecer están muy de buen humor ustedes el día de hoy - Dijo mirándonos intercaladamente a Nick y a mí
Nosotros simplemente nos encogimos de hombros y me dispuse a desayunar con una sonrisa en la cara, sintiendo en todo momento la mirada de Nick.
Luego del desayuno, levante los platos y me dispuse a fregarlos recordando todo lo que pasó la noche anterior justamente en donde me encuentro.
Sonreí para mis adentros y sentí a alguien abrazarme por la cintura y no tuve que voltearme para sabes quién era la persona que me abrazaba.Hola princesa - Saludo en mi oído, dándome un beso en la mejilla-
Hola, y que bueno que estás aquí- Dije sonriendo- Ayúdame a lavar los platos
Después que terminamos me encerre en mi habitación, pensando en todo lo que había ocurrido en la semana, los chicos ya se habían marchado y yo no podía creer todo lo que había pasado en dos días, no se como Nick y yo pasamos de odiarnos a tener está especie de relación afectuosa y verdaderamente tengo mucho miedo de que todo sea un juego, yo no acostumbro a enamorarme, no me gusta el amor y odio los sentimientos, sólo me gusta disfrutar de la vida, tener sexo, correr y salir a disfrutar con mis amigas.
Y temo que en este juego, terminaré perdiendo la ronda.
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Lo que no sabes de mi
Teen FictionConoce la historia de Kira, una chica de 16 años con dos personalidades, aparenta ser una cálida, dulce y tierna niña de día, pero de noche se convierte en una chica, ruda y amante a lo ilegal y peligroso..