Respeto a Quien Respeto Merece (Roninka)

Pasivo Agresivo

La diferencia de los colegios de México y los de Estados Unidos era gigante, Ron lo pudo corroborar por sus pasillos limpios, los casilleros y lo amplio de la zona. En su antigua escuela no habían estas cosas, era un edificio de tres pisos con los salones lo suficientemente grandes como para que los niños cupieran.

Miró a su alrededor, era una gran cantidad de niños y niñas de tez blanca y negra, estaban los típicos clichés de novela adolescente. Los populares, los deportistas, los antisociales, los góticos, Ron ya esperaba un estereotipo de adolescente depresiva edgy y lesbiana salir de algún lado, es 2019.

Entonces llegó a la sala de quinto año, habían muy pocos niños, fue hasta el último puesto del salón, se sentó y esperó al primer toque de timbre. Realmente extrañaba estar en un ambiente escolar estable, poco después entró una chica de pelo blanco al salón, por alguna razón fijo su mirada en ella, tal vez era por su estrafalario cabello blanco, seguramente era teñido.

En tanto la peliblanca no la estaba pasando nada bien.

— Oye Linka, ¿Pasa algo?- Dijo Clydia.

— Es Loki. Su torpeza hizo que no pudiera desayunar bien, ahora tengo hambre y necesito comida- Dijo Linka.

— Voy a ver si tengo algo... Tengo mi almuerzo- Dijo Clydia.

— ¿Que es?- Dijo Linka.

— Es un sándwich de atún- Dijo la afroamericana.

— ¿Atún?, Sabes que no me gusta tanto- Dijo Linka.

— Peor es nada, ¿No?- Dijo Clydia.

— Si, en eso tienes razón- Dijo Linka, tomó un pedazo del sándwich y comió, no se sintió satisfecha del todo pero al menos el hambre bajó. Entonces el profesor Johnson entró para dar inicio a las clases.

— Buenos días niños, ¿Cómo están?- Dijo el profesor.

— Bien- Dijeron en un tono sin emoción, como todos los niños cuando saludan en las mañanas.

— Bien, también tenemos en nuestra clase a un compañero nuevo, por favor, ¿Podrías presentarte?- Dijo Johnson.

— Está bien... Hola... Clase... Me llamo Ron Santiago, soy de Ciudad Juárez, México y llegué hace 3 días- Dijo Ron.

Linka volteó a ver al chico moreno, levantado, usando una chaqueta púrpura y jeans, con unos zapatos deportivos. A ella no le parecía un chico feo, pero no podía pensar en chicos ahora con el estómago casi vacío, aunque no podía despegar su mirada de él.

Ron aprendió a integrarse y a analizar el ambiente de las escuelas estadounidenses, realmente eran similares a lo que veía en la tele. Los estratos de popularidad, era lo típico y anteriormente mencionado. A nadie le importaba que el fuera de otro país, pero tampoco querían hacer amistad con él, Ron no se veía muy interesado sin embargo.

Ron tomaba apuntes de las clases, según su horario, a primera hora era literatura, después química, antes del almuerzo matemáticas y al final gimnasia. Era bueno poner gimnasia después del almuerzo ya que así quemas calorías, mientras tanto Linka intentaba no pensar en comida, no tenía dinero para la cafetería y el almuerzo de Clydia sabía mal para ella.

Llegó la hora del almuerzo.

— (Hmmm... Mermelada con crema de maní, es bueno pero ahora no tengo tanta hambre, creo que solo comeré la mitad)- Pensó Ron.

Es mejor que tu mamá te envié almuerzo desde casa que pagar con un bloque de ladrillo con sabor a ladrillo, pero ahora estaba sin hambre, entonces vió a la chica peliblanca de antes, se le notaba exhausta y hambrienta. Tal vez era momento de que Ron fuera generoso y le diera la mitad de su sandwich.