Nii Yugito (2)

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Yugito se estaba cambiando de ropa, su conjunto se hizo pedazos en la batalla contra Akatsuki, una enfermera le entrego un cambio, camisa color morado y pantalones oscuros con lotos impresos del mismo color que su camisa, bastante bien si lo dice ella misma.

Desde su charla con Uchiha Sasuke ha pasado una semana, su recuperación fue mas rápido desde que despertó y ha estado pensando en la oferta de Sasuke.

'¿Crees que debería aceptar, Matatabi?', pregunto Yugito mentalmente, ella estaba un poco dudosa.

[Hemos estado juntas desde que tenías dos años, a pesar de que no nos llevábamos en un principio, logramos confiar una a la otra, esta decisión es tuya, te seguiré, gatita], contestó Matatabi.

Yugitó asintió sonriendo mientras caminaba por los pasillos del hospital, lo que decía Matatabi era cierto, desde los dos años cuando fue sellada en ella que se conocen, ha los cinco años comenzó su entrenamiento intenso sin descanso, básicamente, el entrenamiento de un arma humana.

Desde que salió por primera vez a las calles de Kumogakure recibió miradas que ella no entendía, susurros que no podía escuchar, ella no entendía. Poco a poco fue creciendo desde una niña ignorante a una Kunoichi letal, los susurros se volvieron claros al igual que los insultos y las miradas, ella se esforzó, pero a pesar de eso, todavía no cambiaba mucho.

Cuando los civiles poco a poco se atenuaban con sus tratos, cambió a los shinobi y kunoichi que se sentían intimidados por ella, celosos, envidiosos de lo que había logrado con tanto esfuerzo. Cuando eso se atenuó y su reputación aumento junto a su nombre en el mundo, los altos mandos se sintieron intimidados por su poder.

Soportando las tramas e intrigas de esos viejos, ella salió adelante, hasta que la traicionaron con Akatsuki, es probable que fuera a espaldas del Raikage, pero eso no cambia mucho las cosas. No cambiaba los tratos que recibió, no cambiaba su vida monótona, no cambiaba su vida sin amigos, sin familia. 

Yugito salió del hospital y levanto el brazo para tapar la luz de sol que la segó por un momento, las voces de las personas en la calle se escucharon, eran calles bulliciosas pero llenas de vida. Cuando miro a las personas, vio sonrisas en sus rostros.

Con una sola mirada pudo ver que algunos tuvieron vidas pesadas y duras, sus ojos lo demostraban, pero sus sonrisas no eran una mentira, ellos estaban felices en este lugar. Ella camino por la calle mirando por todos lados, las plantas crecían cerca de los edificios, pero no hacía que perdiera su brillo, de hecho, esa combinación hacía único este lugar. 

Yugito miro un puesto de frutas y parpadeo ante algunas que no había visto nunca, ella recibió un poco de dinero con su ropa.

"Disculpe...¿que es esta fruta?", preguntó Yugito a la señora que vendía.

"¿Oh?, si no lo conoces quiere decir que eres nueva, es una fruta que se encuentra solo en Uzu", dijo la señora antes de darle una a Yugito con una sonrisa.

"Toma, prueba un regalo...", la señora tenía una encantadora sonrisa en su rostro con un poco de arrugas, Yugito estuvo a punto de negarse, pero al final acepto el gesto. Ella mordió la fruta y sus ojos brillaron cuando el jugo casi cayó de su boca, ella trago fuerte.

"Deliciosos...", dijo ella, el sabor era dulce, pero con un poco de acidez.

"Muchas gracias", Yugito se inclino un poco.

"No te preocupes, tal como Uzukage-sama dice, todos somos familia en este lugar", la señora sonrío suavemente.

Yugito asintió antes de salir para mirar la ciudad.

Todos una familia eh....

Yugito pensó mirando el suelo mientras caminaba un poco perdida en sus pensamientos, de repente, sintió algo chocar contra su pie, sus ojos se movieron y vio una pelota de color rojo rodar un poco. Ella la tomo justo cuando escucho la voz de un niño.

Aventura de un transmigrante en el mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora